Barones del PSOE preparan una alternativa a Sánchez liderada por Page si el Gobierno socialcomunista estalla

Emiliano García-Page
El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page (Foto: Efe)
Carlos Cuesta

Casi nadie en el PSOE pone en duda la capacidad de Pedro Sánchez de sacar adelante los acuerdos de investidura. Casi nadie tampoco pone en duda que el separatismo y los podemitas tengan incentivos más que evidentes para respaldar al candidato socialista a la Presidencia del Gobierno. Pero desde el PSOE de Castilla-La Mancha sí creen que hay un riesgo cierto de que ese Gobierno salte por los aires en medio de una pinza tejida entre el desafío a la Constitución y a la unidad de España y la llegada de la crisis económica.

Por ello, hombres de confianza de Emiliano García-Page han empezado a mantener encuentros con cuadros socialistas de Aragón y Extremadura: para tener preparada una alternativa a Sánchez en caso de que, en ese momento, los compañeros de viaje elegidos por el presidente en funciones salten a su cuello.

El presidente de Castilla-La Mancha es el barón socialista más fuerte que no cuenta, además, con apoyo de Podemos ni de ninguna de sus confluencias en su Ejecutivo autonómico. Por ello, García-Page empieza a ser considerado ya como el “barón limpio” y figura en los planes de posible sustitución en caso de un estallido del Gobierno de Sánchez fruto de esa pinza.

Ni desde Castilla La Mancha, ni desde ninguna otra comunidad se va a hacer un esfuerzo por evitar lo que ya se le prohibió expresamente a Sánchez en el pasado: pactar con los separatistas. Nueve diputados dependen en el Congreso de los Diputados de Page y podrían bloquear si quisieran el pacto de Sánchez con ERC, EH Bildu, Podemos, PNV y el resto de fuerzas que, de una u otra manera, entren a apuntalar al socialista en La Moncloa. Pero eso no está en los planes.

Nadie lo va a hacer porque en el fondo, saben que enfrentarse a Sánchez bombardeando el poder y los cargos sería ponerse en contra a todo el partido. Pero lo que sí temen es que el desastre que puede organizar el Gobierno de su propio partido arrastre a Sánchez. Y al propio PSOE si no tiene preparado un relevo.

Por ello, han comenzado ya reuniones para tener preparado un plan en caso de que Sánchez se vea atrapado en un escenario de fuerte crisis -y teniendo que negociar las reformas con Pablo Iglesias- y de explosión abierta de un nuevo desafío separatista -y teniendo que negociar con ERC y Bildu las medidas para sortearlo-.

Esas reuniones cuentan con el impulso del PSOE de Castilla La Mancha, del partido de Page, quien gobierna en estos momentos sin apoyo de Podemos al haber obtenido mayoría absoluta en las elecciones del 26-M. Y cuentan esas mismas reuniones con los oídos receptores y bien abiertos del PSOE del aragonés Javier Lambán y del extremeño Guillermo Fernández Vara.

Nadie quiere un motín. Pero sí tener preparado el escenario en caso de que, a rey muerto en acto de Gobierno, haya que anticipar un rey puesto. Y ése, hoy por hoy, sería el hueco de García-Page.

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