CASO DINA

El audio en el que Dina inculpa a Iglesias ante el juez: “Nunca tuve acceso al contenido de la tarjeta”

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La ex asesora de Pablo Iglesias en el Parlamento europeo, Dina Bousselham, confesó al juez que el líder de Podemos le entregó la tarjeta de su teléfono móvil supuestamente robado cuando ya estaba destrozada.

«Yo nunca tuve acceso al contenido de la tarjeta» de memoria micro SD, aseguró, y tampoco logró recuperarla. Los audios de la declaración de Dina, a los que ha tenido acceso OKDIARIO, contradicen el escrito que pocos días después envió al juez, en el que se retracta de sus manifestaciones y asegura que Pablo Iglesias no destruyó la tarjeta de su móvil.

Al ser preguntada por el fiscal Miguel Serrano sobre cómo recuperó la tarjeta SD, la ex asesora de Iglesias afirmó que «la tarjeta nunca la he llegado a recuperar, en el sentido de que nunca ha tenido acceso al contenido». Explicó que intentó recuperarlo contactando con una empresa que se dedica a este tipo de problemas informáticos, pero al final desistió al no llegar a un acuerdo con el presupuesto económico ofrecido por la compañía.

Bousselham asegura que Iglesias le entregó la tarjeta de su móvil «en el verano de 2016», después de que varios medios de comunicación publicaran parte del contenido. Sin embargo, el ahora vicepresidente del Gobierno la recibe en enero de ese mismo año de la mano del presidente del Grupo Zeta, Antonio Asensio, después de que el dispositivo electrónico hubiera llegado a la redacción de Interviú. Manifiesta Dina: «Sé que me la entregó en el verano de 2016 porque es cuando yo envió los correos electrónicos a la empresa tecnológica para recuperar el contenido».

«Es la única fecha que tengo exacta», aclara. Pero comete un error, esos correos que han sido aportados al Juzgado no fueron enviados en la fecha señalada, sino meses más tarde, a principios del año 2017. Por eso, con gran acierto, el juez Manuel García-Castellón en un auto, en el que le retiraba la condición de perjudicado al vicepresidente del Gobierno en el caso Dina, apuntaba a que no se podía especificar cuánto tiempo el líder de Podemos tuvo en su poder la tarjeta.

Tarjeta destrozada

La ex asesora de Podemos nunca quiso apuntar a su jefe, pero mentir en sede judicial tiene unas consecuencias penales y además con una alta probabilidad la mentira siempre será descubierta. La confesión de Dina hizo que el juez y los fiscales encontraran al más que evidente autor de los daños sufridos por la tarjeta de memoria que es la clave de este procedimiento judicial.

El fiscal anticorrupción Serrano le preguntó: «Si esa tarjeta estaba dañada, ¿cómo podía saber Pablo Iglesias que coincidía el contenido de la misma con lo que se estaba publicando?» Y Dina respondió: «Porque a él se la enseñan en la reunión confidencial que tuvo con ese señor (Antonio Asensio). Le muestran el contenido de las imágenes, el contenido del móvil básicamente». Pero confirmó que ella nunca lo había podido comprobar porque nunca tuvo acceso al contenido.

El fiscal anticorrupción aclaró a la ex asesora de Podemos: «Esa tarjeta está visiblemente dañada. No es que haya que introducirla en un terminal y ver que están dañados los archivos, sino que externamente está visiblemente dañada».

Tras esta declaración, que no muestra confusión alguna, en la que Dina revela con total claridad que Iglesias le proporcionó la tarjeta dañada meses después de que él la recibiera, los fiscales sostuvieron en un escrito demoledor al juez que el vicepresidente del Gobierno pudo haber cometido dos delitos: descubrimiento y revelación de secretos y daños informáticos.

Operación: salvar a su jefe

Con el objetivo de salvar a su jefe, Dina Bousselham envió una carta al Juzgado Central de Instrucción número 6 de la Audiencia Nacional en la que se retractaba de su declaración que podía haber generado «malentendidos». Pero tras salir a la luz el audio se ha podido comprobar que las afirmaciones realizadas eran claras y no generaron confusión: hasta en 20 ocasiones dijo que la tarjeta se la habían entregado destrozada. 

Sin embargo, en el escrito expresaba: «Inicialmente cuando se me entregó la tarjeta funcionaba y comprobé que en su interior estaban contenidos de mi teléfono móvil, y así, yo misma, con el objetivo de proteger mi intimidad, mi vida familiar y mi relación de pareja, accedí a los elementos de naturaleza  más personal e íntimos de ésta, y por ello puedo indicar que inicialmente funcionaba si bien no contrasté ni analicé todo su contenido».

Este documento estaba firmado por la propia Dina Bousselhan y su abogada Marta Flor Núñez que también defendía los intereses de Pablo Iglesias en este procedimiento. La ex asesora se atribuyó el delito de mentir en sede judicial para evitar que su jefe sea investigado en el Tribunal Supremo, debido a su condición de aforado, por la comisión de dos presuntos delitos.

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