La valla de Melilla es una barrera física situada en los límites de la ciudad española con Marruecos, en el norte de África y en territorio español. Su propósito es dificultar o impedir la entrada de inmigrantes ilegales. En sus inicios existía una alambrada, instalada en 1971 debido a un brote de cólera en Marruecos.
La valla actual comenzó a construirse en 1998 durante el primer mandato de José María Aznar. Las polémicas concertinas fueron instaladas en 2005 durante el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero. Se retiraron el 2007 y se volvieron a colocar en 2013, hasta que en junio de 2020 fueron reemplazas por una estructura de barrotes.
Existen cuatro pasos fronterizos para acceder al país vecino: Farhana, Mariguari, Barrio Chino y el más famoso de todos, el paso de Beni Enzar. Además junto a la playa se encuentra del Dique Sur, que separa los reinos de España y Marruecos por el mar de Alborán. La frontera de Melilla, junto con la de Ceuta, son las dos únicas fronteras terrestres de la Unión Europea en África.