Así es el palacete que el PNV ha recibido en pleno centro de París
El PP ha acusado al Gobierno de Pedro Sánchez de "regalar" el edificio
El Congreso de los Diputados tumbó este miércoles dos de los tres decretos-leyes económicos del Gobierno que se sometían a convalidación en la Cámara Baja. Uno de los puntos clave que el Partido Popular ha usado para conseguir tirar la el decreto ómnibus fue acusar al Gobierno de Pedro Sánchez de «regalar» un edificio al Partido Nacionalista Vasco (PNV) «sin cumplir con los requisitos legales».
Según ha declarado Miguel Tellado, portavoz del PP en el Congreso de los Diputados, en su perfil de X (anteriormente conocido como Twitter), «Sánchez ha pretendido mezclar en él la revalorización de las pensiones con el regalo al PNV de un palacete en París como pago para sostenerle en el poder».
Votamos NO al Decreto trampa que el Gobierno ha traído hoy al Congreso.
Sánchez ha pretendido mezclar en él la revalorización de las pensiones con el regalo al PNV de un palacete en París como pago para sostenerle en el poder, cortesía de los españoles..
Si de verdad quieren…
— Miguel Tellado (@Mtelladof) January 22, 2025
El edificio en cuestión está ubicado en pleno corazón de París, capital de Francia. Se encuentra a sólo ocho minutos andando de la Torre Eiffel y a un par de minutos del río Sena. El número 11 de la Avenue Marceau tiene cuatro plantas y está diseñado con el famoso estilo haussmaniano parisino, basado en que ninguno de los bloques de pisos podía superar las seis alturas, una característica que crea un efecto placentero al peatón.
El bloque, de más de 1.300 metros cuadrados, fue construido en 1883 para albergar el domicilio de Narcisse Fillot, directivo de uno de los primeros grandes almacenes del mundo, y hoy en día está tasado en más 17 millones de euros, ya que el metro cuadrado se paga a 13.000 euros en Francia. El edificio también alberga una de las dos sedes del Instituto Cervantes.
La historia del PNV y el edificio
La historia de esta construcción está profundamente ligada a la Guerra Civil española, ya que el edificio fue comprado a través de testaferros por el PNV, que lo cedió como sede en el exilio al gobierno vasco. Sin embargo, con la ocupación nazi de París en 1941, la Gestapo confiscó el inmueble y lo entregó a Franco.
En 1944, tras la liberación de París, un grupo de vascos volvió a ocupar el edificio, reinstalando allí al gobierno vasco. Sin embargo, las presiones diplomáticas sobre el Gobierno francés forzaron su desalojo, y el edificio pasó definitivamente a manos del Estado español.
Otro de los motivos por los que el PNV quiere el edificio es porque en 1998 el Gobierno de Aznar reconoció el derecho a restituir a los partidos políticos los «bienes incautados» en la Guerra Civil, incluso si estos se encontraban en el extranjero. La cesión del palacete de París al PNV fue rechazada en 2001 por el Consejo de Ministros y en 2003 por el Tribunal Supremo, al considerar que su incautación no se realizó por parte de las autoridades españolas.
El pasado 23 de diciembre, se ordenó la cesión del inmueble al PNV, que celebró la decisión del Ejecutivo, la cual calificó a esta acción de «justicia e histórica»: «Los nacionalistas consideran probado que el palacete fue adquirido por el partido en septiembre de 1936, pese a que fue el Gobierno vasco quien lo utilizó en el exilio, algo que constatan de forma fehaciente los informes encargados por el Ejecutivo español», aseguraron.
Ahora que el PNV tiene ya el edificio en sus manos, y para hacerlo compatible con el traspaso, han acordado que el inmueble siga utilizándose como sede del Instituto Cervantes durante un periodo transitorio, hasta finales de 2030. Durante este tiempo, el Gobierno español pagará al PNV «una renta de mercado» por el uso y disfrute del edificio.