Asesores estratégicos de Defensa dan la razón a Israel: reconocer Palestina «recompensa al terrorismo»
Asesores y analistas de Defensa ponen en duda la efectividad de este reconocimiento de Palestina
No es la primera vez que el Gobierno de Pedro Sánchez toma una decisión a la que se opone buena parte de su propio equipo de asesores. Este martes, Sánchez ha anunciado el reconocimiento de Palestina, a pesar de que los análisis que tiene sobre la mesa procedentes del Instituto Español de Estudios Estratégicos (IEEE), dependiente del Ministerio de Defensa, le advierten de lo mismo que le reprocha también Israel: ese reconocimiento tras los atentados de Hamás del 7 de octubre «recompensa al terrorismo» e «incentiva la violencia». Desde el Departamento de Seguridad Nacional (DSN) también advierten que la solución debería ser «justa» con Israel.
Según Israel, el reconocimiento es una «medalla de oro» para el terrorismo, que llega ocho meses después de la mayor matanza de judíos desde el Holocausto. Y esa valoración israelí va en línea de lo que le trasmiten a Moncloa desde su principal centro asesor en materia de Defensa, el IEEE.
Desde este centro público de referencia en cuestiones geopolíticas se advierte, por ejemplo, de que los líderes de Palestina, y en especial los del grupo terrorista Hamás, no se conformarán con la solución de dos Estados para Israel y Palestina. Estos últimos «apuestan por la resistencia armada y creen que los Acuerdos de Oslo fueron sólo un primer paso para la recuperación de una Palestina desde el río (Jordán) hasta el mar (Mediterráneo)». Así lo indica la analista del IEEE Marta González en su informe Viabilidad de un futuro Estado palestino: victimización, incitación a la violencia y recompensa del terrorismo como forma de hacer política.
«Recompensa del terrorismo»
Las conclusiones de dicho informe son demoledoras respecto a oficializar el reconocimiento de Palestina: «El ciclo de la violencia se retroalimenta con unas aspiraciones nacionales inviables (derecho de retorno, absorción de refugiados o capitalidad en Jerusalén), una narrativa que incentiva la violencia y busca desconectar la historia y el legado judío de la Tierra de Israel y recompensa al terrorismo».
Según entiende la investigadora, «hoy no existe una entidad palestina responsable que renuncie al objetivo de ejercer su derecho a la autodeterminación sin que implique la negación de la autodeterminación judía y la sustitución del Estado de Israel». Es decir, la apuesta por el Estado palestino en sus términos, que el Gobierno está dispuesto a asumir de forma unilateral, supondría alimentar la ambición del terrorismo palestino de acabar con Israel.
«Un desatino»
No es el único asesor y analista del IEEE que muestra dudas sobre este plan de acción. Especialmente al tomar la decisión pese a la oposición total de una de las partes, como ocurre en estos momentos con Israel.
Sobre esa posición también hay informes contundentes en el IEEE: «Jugar fuerte a favor de uno de esos actores principales supone un enorme desatino político y diplomático, pues sólo sirve para armar ideológicamente al contrario», advierte el analista Fernando Prieto Arellano en el informe Antecedentes históricos del islamismo armado en Palestina: el caso de Hamás.
Un nuevo «Estado Islámico»
Por otra parte, otros asesores advierten de que lo que viene en un futuro no será un estado democrático y mucho menos multiconfesional. «La proclamación de un Estado Islámico en Palestina» es uno de los objetivos prioritarios para Hamás, tal y como se recuerda en el informe del IEEE Hamás: La franquicia palestina de los Hermanos Musulmanes, firmado por el analista Alberto Priego Moreno.
«Tal y como establece el artículo 1125 de la Carta Fundacional, el fin último de Hamás no es otro que la proclamación de un Estado Islámico en Palestina. Según el citado artículo, Palestina es una posesión sagrada del islam (Waqf) además de tierra islámica (Dar al Islam), lo que complica mucho la negociación con Israel», recoge en dicho documento.
«En ese proyecto islámico se aplicará la sharía a través de la yihad. Este paso será, a ojos de Hamás, el paso previo para la universalización de esta forma de organización política que deberá extenderse por el resto del globo».
Insiste el autor en sus conclusiones: «El fin último de Hamás es la proclamación de un Estado Islámico en Palestina, algo que posteriormente podría extenderse por el resto del mundo. El pasado 7 de octubre, Hamás se internó en Israel para asesinar cruelmente a 1.400 personas y secuestrar a 240».
Reconocimiento
España ha reconocido finalmente al Estado de Palestina. El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha realizado una declaración institucional desde el Complejo de la Moncloa para formalizar este paso. Lo ha hecho antes del Consejo de Ministros, donde se aprobará de forma oficial la decisión. Noruega e Irlanda también se han unido a este reconocimiento. «El Estado de Palestina debe ser, en primer lugar, viable, con Cisjordania y Gaza conectadas por un corredor, y con Jerusalén Este como su capital», ha afirmado el dirigente socialista.
«El Gobierno de España aprobará el reconocimiento oficial del Estado de Palestina. España se suma así a los más de 140 países que ya reconocen oficialmente a Palestina. Se trata de una decisión histórica con el objetivo de que israelíes y palestinos alcancen la paz. Es una cuestión de justicia histórica y una necesidad perentoria para lograr la paz. Es la única solución posible para alcanzar un futuro de paz: un Estado palestino que conviva con Israel en paz», ha sostenido Sánchez en su comparecencia.
El dirigente socialista ha defendido la creación de un Estado palestino «viable, con Cisjordania y Gaza conectadas por un corredor, y con Jerusalén Este como su capital y unificadas bajo el Gobierno legítimo de la Autoridad Nacional Palestina». «Si bien no corresponde a España definir las fronteras de otros países, nuestra visión está plenamente alineada con las resoluciones del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, 242 y 238, así como con la posición que tradicionalmente ha mantenido la Unión Europea. Por eso, no reconocemos cambios en las líneas fronterizas de 1967 que no sean los acordados por las partes», ha indicado.