Día de la Constitución

Armengol manipula la Constitución para justificar el referéndum que Sánchez negocia con el separatismo

En un discurso ideológico, Armengol proclama que la Constitución es "cura contra la discordia"

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Luz Sela
  • Luz Sela
  • Periodista política. En OKDIARIO desde 2016. Cubriendo la información del Congreso de los Diputados. Licenciada en Periodismo por la Universidad de Santiago de Compostela. Antes, en COPE, ABC Punto Radio y Libertad Digital.

La presidenta del Congreso, la socialista Francina Armengol, ha aprovechado su intervención con motivo del Día de la Constitución, en el Congreso de los Diputados, para justificar, de forma velada, los pactos de Pedro Sánchez con el separatismo. Incluido el referéndum, una exigencia recogida en los pactos de investidura.

Armengol ha enumerado los que, en su opinión, son los «grandes retos» de cumplimiento de la Carta Magna, destacando que la Constitución «alumbra la cuestión territorial, integra la diversidad que convive en nuestro país y la riqueza que supone un Estado plural y deja abierto el camino para avanzar en el proceso de acercar a los ciudadanos la toma de decisiones». Ese título octavo proclama, precisamente, la potestad del Estado para «autorizar la convocatoria de consultas populares por vía de referéndum».

Cabe recordar que Junts reclama a Sánchez la celebración de un referéndum que considera avalado por el artículo 92 de la Constitución, que determina que «las decisiones políticas de especial trascendencia podrán ser sometidas a referéndum consultivo de todos los ciudadanos». Utilizando ese precepto, Sánchez ha aceptado que la cuestión se debata en las negociaciones con sus socios separatistas. En cualquier caso, el artículo 2 de la Constitución proclama «la indisoluble unidad de la Nación española, patria común e indivisible de todos los españoles».

Ante la polémica, desde el gabinete de Armengol se ha matizado que Armengol se refería al «proceso autonómico, que la Constitución casi no menciona y que ha supuesto ir descentralizando competencias». Un proceso, han señalado, «que tiene recorrido, como hemos visto en los procesos de estos últimos años y en las peticiones de nuevas transferencias que se debaten con las comunidades autónomas como la ampliación de Justicia. Hablamos de acercar esas competencias. De reforzar el Estado autonómico».

Pactos

En ese mismo contexto, Armengol ha defendido la necesidad de «asumir» el «privilegio de nuestras diferencias, abrazando lo heterogéneo» y ha valorado especialmente que la Constitución «guarda la mejor garantía de convivencia», el término al que recurre Sánchez para defender los acuerdos con sus aliados independentistas y proetarras.

Así, ha proseguido, «la generosidad que nos concedió este pacto entre diferentes nos dicta el camino para avanzar». «Porque si fuimos capaces de ponernos de acuerdo en los momentos de mayor dificultad, si el interés general se impuso a todo lo demás y la búsqueda de la concordia pasó por encima del enfrentamiento, entonces es que la senda del entendimiento está marcada: la marca la propia Constitución», ha señalado Armengol, repitiendo las mismas palabras que Sánchez emplea para justificar la Ley de Amnistía («En el nombre de España, en el interés de España y en defensa de la concordia entre españoles»).

«Concordia»

Armengol ha situado a la Constitución como «pasaporte ante las amenazas que sufren tantas democracias», en alusión velada a la «ultraderecha» en la que el Gobierno engloba al PP y Vox. La Carta Magna, ha resuelto, «se erige como garante de la riqueza de un Estado diverso y plural es nuestro salvoconducto ante cualquier planteamiento de uniformidad».

«La Constitución de la concordia es la que nos une ante el mínimo intento de alterar la convivencia. Porque en nuestra Constitución no están escritos la crispación, el desprecio o el enfrentamiento. Porque nuestra ley de leyes sigue siendo la cura más efectiva contra la discordia», ha señalado Armengol, de nuevo en clara crítica a los partidos de la oposición.

Discurso ideológico

Como ya ocurriera en sus intervenciones con motivo de la jura de la Constitución de la Princesa Leonor o, más recientemente, en la apertura de las Cortes, la presidenta del Congreso ha pronunciado un discurso de claro perfil ideológico, que ha aprovechado para defender el programa socialista.

Así, ha reclamado un «reparto equilibrado de las riquezas», citando el texto constitucional que establece que «todos contribuirán al sostenimiento de los gastos públicos de acuerdo con su capacidad económica mediante un sistema tributario justo». «Nuestra Constitución está pensada para que nuestra sociedad sea un lugar donde se viva en armonía, donde haya justicia social y económica», ha insistido la socialista.

Además, ha considerado que España adolece de «igualdad» y ha aseverado que «nuestra Carta Magna también tuvo madres». «Veintisiete madres. Veintisiete mujeres a las que no se les otorgó la visibilidad merecida (…) No era fácil hacer efectivo el derecho a la igualdad, no. Continúa sin serlo», ha considerado.

Asimismo, ha enarbolado la política del Gobierno de Sánchez, destacando que «somos uno de los estados más avanzados en políticas sociales y de igualdad» y «una potencia económica, que crea empleo y que sube los salarios más bajos».

Armengol ha considerado «legítimo» plantear que la Constitución no debe someterse a revisión alguna, al igual que lo es  «defender su renovación». «Lo que no está de ninguna manera en discusión es nuestra total obligación de cumplirla», ha matizado, en pleno debate sobre la constitucionalidad de la amnistía.

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