Anticorrupción apoya que el juez pida la imputación de Ábalos por ser el jefe de una trama criminal
Los delitos por los que se le podría investigar serían cohecho, tráfico de influencias y organización criminal
La Fiscalía Anticorrupción ha apoyado que Ismael Moreno, juez de la Audiencia Nacional instructor del caso Koldo, pida la imputación del que fuera número 3 del PSOE y ex ministro de Fomento, José Luis Ábalos, en el Tribunal Supremo. El Ministerio Público considera que existen indicios para investigar si el actual diputado del grupo mixto era el jefe de la trama. La Fiscalía cree que podría existir un delito de cohecho, otro tráfico de influencias y de organización criminal.
Anticorrupción ha enviado un informe al juzgado en el que instaba al magistrado de la Audiencia Nacional a que solicitara al Alto Tribunal la imputación de Ábalos. En ese texto afirma que existen indicios delictivos que argumentan esta decisión.
El juez Moreno ya preguntó la semana pasada al Congreso de los Diputados si Ábalos era parlamentario de la Cámara Baja. Fue el primer paso de cara a la posible imputación del ex socialista, cuya siguiente pantalla es la exposición razonada al Tribunal Supremo, ante el cual Ábalos está aforado, y que ese órgano judicial le impute y le abra una investigación.
Anticorrupción se apoya en el informe de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil en el que señalaba al ex número 3 del PSOE como «crucial» en la red del caso Koldo. «Ábalos era conocedor de las vicisitudes ligadas a los contratos», aseguraba el escrito de la Benemérita. La investigación se centra en la consecución de contratos millonarios de mascarillas en favor de la trama, ejecutados a través de una de las empresas controladas por Víctor de Aldama, comisionista de la red.
El informe apuntaba que «la actuación del ministro (Ábalos) habría resultado crucial para que la ejecución del contrato con Puertos del Estado y Soluciones de Gestión fuera llevado a cabo, al margen de que hubieran existido otras ofertas posteriores que ofrecían mejores condiciones».
El escrito de la Guardia Civil indicaba a que Aldama pidió a Koldo García, ayudante de Ábalos, que hablase «con su jefe» para que atendiese una serie de llamadas de cara a la adjudicación de esos primeros contratos de mascarillas para Puertos del Estado, valorado en 20 millones de euros. La respuesta del ex asesor, tras comunicarse con el ex ministro, fue «lo que sea, me dice José, pero que estén las mascarillas».
Según infería la UCO de las conversaciones y mensajes mantenidos esos días por la trama, los contactos son la constatación evidente de que era el propio Ábalos quien se encontraba a cargo del contrato de Soluciones.
Además, el informe recogía pruebas de los ofrecimientos de mascarillas que recibió el Ministerio en esas fechas, demostrando que la de Soluciones (a 2,5 euros la unidad de mascarilla quirúrgica) era «la peor en términos económicos y de entregas».
Ábalos era «el jefe»
Los integrantes del caso Koldo mantenían un lenguaje críptico trufado de motes. Entre ellos, llamaban «el jefe» a Ábalos. «Entre Aldama y Koldo se refieren a Ábalos como el jefe de manera habitual», indican los agentes. En otro pasaje Aldama escribe a Delcy Rodríguez y dice: «Buenas tardes, Delcy, mensaje del jefe. La reunión de Leopoldo López con el presidente ha sido en Ferraz como secretario general del PSOE, no en Moncloa como presidente esto es importante que lo sepáis y entendáis, besos». Del mismo modo, la vicepresidenta venezolana se preocupa sobre «¿cómo está el jefe?» y Aldama le explica que la semana siguiente el Congreso de los Diputados vota una moción del PP para exigir su dimisión y «no es su mejor día».