Hoy viernes

La ANC moviliza a los violentos para boicotear la visita de hoy del Rey a la planta de Seat en Martorell

ANC Rey Cataluña
Mossos en los disturbios de Cataluña.
Carlos Cuesta

La Asamblea Nacional Catalana (ANC) ha pasado a la acción. Y este viernes lo hace para intentar boicotear la visita del Rey a la planta de Seat en Martorell. Bajo el lema ‘Cataluña no tiene Rey’, la asociación ultraseparatista de referencia de Junts ha convocado a los violentos en dos accesos a la planta con el fin de impedir la llegada de Felipe VI a la factoría.

Se trata de una de las visitas más emblemáticas de los últimos meses. El Rey acude acompañado personalmente del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. Y la recepción de la ANC será una convocatoria para bloquear dos accesos a la planta. El acceso norte y el sur. La hora de la convocatoria a los radicales: las 9:30. Y la explicación de la postura y acción de la ANC es la siguiente: “A partir de las 9:30 se desplegarán acciones en diferentes puentes que rodean la fábrica Seat en Martorell. La Asamblea Nacional Catalana se movilizará para mostrar su rechazo al monarca español, coincidiendo con la visita de este viernes, 5 de marzo, en la fábrica Seat de Martorell”.

El texto lanzado a sus seguidores añade que “por este motivo, en el marco del clamor «Cataluña no tiene rey», a partir de las 9:30 se desplegarán acciones en diferentes puentes que rodean el complejo industrial de la automovilística, entre el puente de la plaza 19, por encima de la AP-7 y el puente sobre la A-2”.

Las movilizaciones pretenden boicotear la visita del Rey Felipe VI y el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez a la planta de Seat en Martorell con motivo del 70 aniversario de la empresa automovilística.

La visita, de hecho, fue inicialmente planeada para finales de diciembre, pero tuvo que aplazarse a causa de la cuarentena de Sánchez tras haber sido considerado contacto del presidente francés a causa de un almuerzo con Emmanuel Macron, quien días después dio positivo en coronavirus.

Inusual

Hay que recordar que este tipo de visitas no son tan habituales. El último viaje conjunto del Rey y Pedro Sánchez a Barcelona tuvo como objetivo la visita de la incubadora de empresas de la Zona Franca de Barcelona el pasado 9 de octubre. Y ese viaje se celebró tras la fuerte polémica generada por el rechazo del Gobierno a defender y sostener la presencia del Rey en el acto de entrega de despachos a los nuevos jueces.

En esta ocasión, la visita de Felipe VI y de Pedro Sánchez se realiza en plena ola de ataques de los radicales violentos con motivo del encarcelamiento de Pablo Hasél.

Los Mossos han recibido ya la orden de reforzar la cobertura en la zona de Martorell cercana a la fábrica de Seat para evitar los intentos de boicot de la ANC. En concreto, cerca de 250 agentes de la Brimo y Arro de los Mossos se sumarán a la dotación de policía local, patrullas habituales, agentes de paisano y en labores de información para garantizar el orden público.

Se trata de un nuevo movimiento de la ANC que demuestra que la violencia en Cataluña no es cosa de cuatro radicales, sino de muchos más. La ANC ha mantenido su cercanía a Junts. Y esta misma semana daba otro ejemplo de sus mentalidad a través de Twitter. «Llegará el día que los vándalos uniformados se encontrarán al otro lado gente 100% preparada para la confrontación. Cuando esto ocurra, será cuestión de horas que el régimen caiga como un castillo de naipes. Significará que han perdido toda autoridad por parte de quien la había concedido: la gente». El comentario pertenece a David Fernández, número 2 de la Asamblea Nacional de Cataluña (ANC), el brazo civil del separatismo catalán representado políticamente por ERC y JxCAT. Lo escribió el mismo día que un grupo de violentos quemó un furgón de la Guardia Urbana con un agente dentro.

El vicepresidente de la ANC desde que Elisenda Paluzie -procedente de ERC- sustituyera en el cargo a Jordi Sànchez -hoy secretario general de JxCAT y condenado a nueve años de cárcel por sedición tras los hechos ocurridos en Cataluña durante el otoño de 2017-, Fernández cree que las semanas de disturbios en Cataluña han puesto al movimiento separatista ante un momento decisivo, circunstancia que no debería desaprovechar: «O hacemos nuestra vía hacia la independencia, o las estructuras de estado españolizadas nos silenciarán».

Fernández es un personaje que se caracteriza por sus discursos de odio. El problema de Cataluña es, a su juicio, España, que tiene como único objetivo «eliminar catalanes». «Si existiera el botón de eliminar catalanes, lo utilizarían sin dudar», escribió sin recato alguno en un largo hilo publicado en su cuenta personal de Twitter el año pasado para exponer su sofisticado argumento sobre la cuestión catalana: «La principal amenaza del pueblo catalán es que los españoles no quieren que estemos, no quieren que existamos, nos niegan. La realidad es que para los españoles nuestra sola existencia es una amenaza para su propia existencia».

El dirigente de la ANC proclama que «los aparatos del Estado» controlan «todo desde Madrid» y recurre al tópico del «expolio fiscal» para explicar que es una necesidad de las élites españolas para «mantener las fiestas en los palacios y grandes hogares de Madrid» y «para evitar una revuelta en territorios poco productivos, repartiendo millonadas en subsidios».
Fernández lo tiene claro: «Estas élites españolas saben desde hace siglos que sin el dinero de Cataluña, País Valenciano y Baleares (Países Catalanes), la mitad de España pasaría hambre y se rebelaría contra ellos».
Una prueba más de que los disturbios y ataques no son cosa sólo de Arran y la CUP.

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