Ábalos pide al juez declarar voluntariamente como testigo en el ‘caso Koldo’
Lo hace después de que el juez preguntase al Congreso si era aforado
El que fuera ministro socialista de Fomento y ex número 3 del PSOE, José Luis Ábalos, ha solicitado este viernes voluntariamente declarar como testigo en el caso Koldo, en el que se investiga una trama de mordidas en la venta de mascarillas a la administración pública durante los peores meses de la pandemia. Lo hace un día después de que el juez de la Audiencia Nacional Ismael Moreno preguntase al Congreso si Ábalos tiene la condición de aforado, paso previo a su considerarlo investigado -denominación actual del término antes conocido como imputado-.
El magistrado del caso Koldo estrechó el cerco sobre el ex número 3 del PSOE al pedir a la Cámara Baja que le notificase si Ábalos está aforado. Esa condición implica que, para imputar al que fuera secretario de Organización del PSOE, el juez tendría que elevar una exposición razonada al Tribunal Supremo, y que ese órgano judicial le impute y le abra una investigación. Para todo ello, es necesario remitir un suplicatorio al Congreso, para que dé su aprobación para poder imputar al ahora diputado del Grupo Mixto.
En la providencia, consultada por OKDIARIO, podía leerse: «A través de la Presidencia de esta Audiencia Nacional y por el conducto correspondiente, solicítese a la Presidencia del Congreso de los Diputados que se expida certificación acreditativa, en su caso, de la condición de Diputado de D. José Luis Ábalos Meco en la actualidad».
Ábalos «fue crucial» en la trama
El informe de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil, fechado en el 8 de octubre, recoge que «Ábalos era conocedor de las vicisitudes ligadas a los contratos». El escrito subraya que el ex ministro fue «crucial» en la consecución de los contratos millonarios de mascarillas en favor de la trama, ejecutados a través de una de las empresas controladas por Víctor de Aldama, investigado como presunto comisionista del caso Koldo. La Benemérita expone que la oferta económica de la empresa que vendió los cubrebocas a la administración pública, a la que dio luz verde el ex ministro «fue la peor en términos económicos».
«La actuación del ministro (Ábalos) habría resultado crucial para que la ejecución del contrato con Puertos del Estado y Soluciones de Gestión fuera llevado a cabo, al margen de que hubieran existido otras ofertas posteriores que ofrecían mejores condiciones», indica el informe de la Guardia Civil.
Aldama solicitó a Koldo que hablase «con su jefe» para que atendiese a las llamadas para la adjudicación de los primeros contratos de mascarillas, que fueron para Puertos del Estado. Aquellos acuerdos estaban valorados en 20 millones de euros. La respuesta del que fuera su asesor, después de hablar con el ex ministro, fue «lo que sea, me dice José, pero que estén las mascarillas».
La Guardia Civil deduce de esa conversación que los mensajes son «la constatación evidente de que era el propio Ábalos quien se encontraba a cargo del contrato de Soluciones».
Además, la Benemérita incide en que las evidencias que posee llevan a concluir que Fomento optó por la oferta «peor en términos económicos y de entregas» de todas las que había disponibles. El coste por mascarilla quirúrgica era de 2,5 euros por unidad.