Ministerio del Interior

Los 5 motivos por los que un ministro como Marlaska habría dimitido en Europa

Sánchez LGTBI Marlaska
El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska.
Pelayo Barro

El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, se ha salvado de la reprobación en el Congreso de los Diputados gracias al apoyo de EH Bildu y ERC. Grande-Marlaska se aferra a su cargo a pesar de que la lista de escándalos de la que ha sido protagonista sigue alargándose. Estos son los cinco grandes motivos que le hubieran costado el puesto en cualquier país europeo.

Ocultó la detención de los escoltas de Iglesias

Grande-Marlaska conocía desde el pasado 15 de abril que entre los ultras detenidos por reventar a pedradas el mitin de Vox en Vallecas había dos personas vinculadas al equipo de seguridad de Pablo Iglesias. Alberto R.R., de 44 años, y Daniel J.J, de 32 años, fueron captados por las cámaras manteniendo un violento enfrentamiento con los agentes antidisturbios que protegían a los de Rocío Monasterio y Santiago Abascal. Hubo más de una treintena de heridos.

Ambos individuos están en ese equipo de escoltas extraoficial que protege al líder de Podemos a las puertas de su finca de Galapagar. Uno de ellos, Daniel, es hermano de Iñaki ‘el Pirrakas’, el boxeador ultra del Rayo Vallecano que realiza tareas de ‘seguridad’ en la casa de Iglesias cuando hay alguna manifestación.

Grande-Marlaska sabía que ambos habían sido detenidos y que esa información podría reventar la campaña electoral de Madrid. Pero Interior decidió ocultar el dato a la opinión pública y a Vox, mientras su departamento filtraba a medios afines información sobre el envío de sobres con balas a candidatos de izquierdas.

Acercamientos de etarras

El Ministerio del Interior de Grande-Marlaska ha autorizado un total de 146 beneficios penitenciarios a presos etarras llevando la contraria  al criterio de las juntas de tratamiento de las prisiones. El dato lo confirmó el pasado abril Ángel Luis Ortiz, el secretario general de Instituciones Penitenciarias, durante una comparecencia en la Comisión de Interior del Congreso en torno a la política penitenciaria del Gobierno con los presos de la banda terrorista ETA desde la llegada al Gobierno de Pedro Sánchez.

Todos esos beneficios se otorgaron a presos de ETA por decisión del Ministerio del Interior. Parte de ellos consistieron en progresiones de grado y otros en acercamientos a prisiones del País Vasco o próximas a éste. Una política pactada con EH Bildu a cambio del apoyo parlamentario al Gobierno de Pedro Sánchez.

Purga de Pérez de los Cobos

«No tengo intención de dimitir», advirtió Grande-Marlaska después de conocer el varapalo judicial contra Interior por la purga del coronel de la Guardia Civil Diego Pérez de los Cobos. Aquel descabezamiento de la Benemérita que Marlaska disfrazó de «renovación pactada» terminó en un durísimo auto en el que el juez calificaba de «ilegal» y «discrecional» el cese del mando. La sentencia obliga a restituirle en su puesto.

Los hechos se remontan a mayo de 2020. Por aquel entonces, el Gobierno le exigió a De los Cobos información de la investigación sobre la autorización de las marchas del 8M en plena pandemia. Unas pesquisas ordenadas por un juez que estaban llevando a cabo agentes de la Comandancia de Madrid a las órdenes de De los Cobos. Así se lo trasladó el coronel a la directora de la Guardia Civil, y poco después ésta le transmitió su cese por orden de Interior y «de Moncloa».

Informe ‘fake’ contra Ciudadanos

En junio de 2019, Ciudadanos se presentó con su propia pancarta en las manifestaciones del Orgullo Gay en Madrid. Los asistentes ‘naranjas’ a aquella marcha se vieron envueltos en un clima de violencia y hostilidad, en el que hubo conatos de agresiones e incluso se lanzaron orines. Fernando Grande-Marlaska señaló que el partido de Rivera debía asumir las consecuencias tras haber «pactado con Vox». Aquellas declaraciones fueron acompañadas de un supuesto informe policial, filtrado al diario El País, que responsabilizaba a los propios miembros de Ciudadanos de lo ocurrido y les culpaba de provocar la violencia.

Aquel informe ‘fantasma’ fue denunciado públicamente por las asociaciones de Policía, que acusaban a Interior de haberlo fabricado ad hoc para salvar al ministro. Carecía de firma, no estaba el perceptivo logo oficial del ’40 aniversario de la mujer policía’, no tenía el encabezado correcto -en el margen superior derecho aparecía estampado un sello defectuoso de la Jefatura General (de) Policía, donde faltaba el «de»-.

De mojitos mientras Cataluña ardía

Otro de los escándalos mayúsculos que ha protagonizado Fernando Grande-Marlaska en sus tres años al frente de Interior tuvo lugar en octubre de 2019. Por aquel entonces, Cataluña se enfrentaba a un clima de violencia radical en las calles provocado por la publicación de la sentencia del Tribunal Supremo condenado a los golpistas.

La noche del 16 de octubre fue una de las más duras que recuerdan los agentes que participaron en aquel operativo, que se alargó durante semanas. Las calles que rodean a la Jefatura Superior de Vía Layetana, en Barcelona, se convirtieron en una ratonera para los antidisturbios, golpeados con piedras y palos y acorralados por la turba separatista. A esas horas, tal y como desveló OKDIARIO en exclusiva, el ministro Marlaska no estaba en su despacho coordinando la respuesta a la violencia callejera: se había ido con un estrecho colaborador a un restaurante de moda del barrio de Chueca, el ‘Válgame Dios’, a cenar una hamburguesa con un mojito. Se negó a asumir responsabilidades asegurando que estaba «preparando» la jornada del día siguiente.

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