El pacto de Sánchez e Iglesias incluye que las radios públicas pongan la música que quiera Podemos
El pacto de Presupuestos del PSOE y Podemos se ha convertido en un cheque en blanco de Sánchez a Iglesias con tal de que la formación morada le apoye al frente del Gobierno. El absurdo de este acuerdo ha llegado al punto de haber incluido, junto al compromiso de subir los impuestos a las empresas y rentas altas de forma masiva, el pacto de permitir que los podemitas ocupen los espacios culturales en las radios públicas para divulgar su música de cabecera. Todo ello teniendo en cuenta que sus artistas favoritos tienen ya un largo historial delictivo.
Podemos sigue obsesionado con los medios de comunicación. O, dicho de otra manera, controlar los medios públicos para seguir con su objetivo de ingeniería social. Por ello ha arrancado en este pacto de Presupuestos un nuevo punto en esta dirección. La redacción del punto en concreto ha quedado de la siguiente manera: “Recuperar la programación musical en los medios públicos”.
Bajo ese título se asegura que “los medios públicos son un canal idóneo para potenciar este tipo de producción cultural, favorecer la creación de público y su fidelización, especialmente en una sociedad como la actual, donde predomina lo audiovisual”.
Por ello, “desde el Consejo de administración de RTVE se impulsará esta medida y también se trabajará de forma coordinada con las televisiones y radios autonómicas representadas por FORTA para promover la presencia de nuestras músicas en horarios de máxima audiencia. Para tal fin se creará una mesa de trabajo”.
Cesión de espacios a Podemos
La mesa de trabajo, obviamente, se compondrá según un acuerdo similar al que ha imperado en el actual control de RTVE o en el del pacto de cesión de estos espacios a Podemos. Es decir, bajo la influencia directa de la formación morada y la cesión del Gobierno a cambio de seguir contando con el respaldo para que Pedro Sánchez prosiga en el sillón de La Moncloa.
Y lo que Podemos llama “nuestras músicas” también es conocido. Entre sus músicos de cabecera, dos han alcanzado una fama notable. Pero notable, en los tribunales. Se trata, por ejemplo, de Pablo Hasel, a quien la Sala de Apelación de la Audiencia Nacional ha confirmado recientemente la condena por delito de enaltecimiento del terrorismo e injurias al Rey con una pena de 9 meses y un día. Y ello porque los magistrados consideraron que los tuits de Hasel constituían una manifestación del discurso del odio que alentaba una situación de riesgo para las personas.
Entre las letras de las canciones de Hasel se podía escuchar “¡merece que explote el coche de Patxi López!”, “es un error no escuchar lo que canto, como Terra Lliure dejando vivo a Losantos”, “los Grapo eran defensa propia ante el imperialismo y su crimen”, “no me da pena tu tiro en la nuca” o “que alguien clave un piolet en la cabeza de José Bono”.
Otro de los autores de referencia de Podemos es Valtònyc, condenado a prisión por enaltecer el terrorismo e injuriar al rey en las letras de sus canciones y que se fugó a Bélgica.
Entre sus letras se afirma que “que tengan miedo como un guardia civil en Euskadi”, “un pistoletazo en la frente de tu jefe está justificado o siempre queda esperar a que le secuestre algún GRAPO”, “dicen que pronto se traspasa la cloaca de Ortega Lara y muchos rumorean que Rubalcaba merece probarla”, “queremos que el miedo llame a sus puertas con llamas” o “que explote un bus del PP con nitroglicerina cargada”.