¡Voy a comprar Telefónica!
Que tiempos aquellos en los que Terra, Telefónica Móviles, Telefónica y TPI dominaban el Ibex
Estamos ante una apuesta de mucho valor
“Todo el mundo conoce la forma mediante la que resultó vencedor, pero nadie conoce la forma mediante la que aseguró la victoria”. Tzun Tzu
¿Tal vez se preguntarán qué está sucediendo con nuestra querida Telefónica? El otrora buque insignia del Ibex 35, sigue perdiendo peso en el selectivo español, tras ser defenestrado por el mercado. Telefónica capitaliza por debajo de Inditex, Santander, BBVA, Iberdrola y en línea con Amadeus. ¡Qué tiempos aquellos en los que Terra, Telefónica Móviles, Telefónica y TPI, dominaban el IBEX 35 a su antojo! Tras la integración y reestructuración de sus negocios, Telefónica ocupa ya el quinto lugar entre las empresas más grandes de nuestro selectivo, demostrando aquello tan cierto de; ¡renovarse o morir!
Y de ello por supuesto voy a hablar. ¿El mercado anticipa la muerte de Telefónica?; ¿O estamos ante una oportunidad de mucho valor? Yo lo tengo más que claro, y ¡apuesto por lo segundo señores! Considero que actualmente el mercado está dibujando un enorme gap entre compañías de crecimiento y compañías de valor. Los analistas buscan negocios con una buena rentabilidad de capital y con crecimiento sostenido. Las empresas que crecen manteniendo o mejorando su ratio ROE son admiradas y compradas por el mercado. Es algo lógico, y poco criticable al fin y al cabo, pero como todo en la vida… ¡tiene sus límites! El mercado se guía por principios lógicos, hasta que la dichosa codicia invade nuestra razón y claro, en esas estamos… El dispendio de consumo y tecnología, están peligrosamente inflados en las bolsas americanas, como vengo manteniendo, con precios que rozan lo absurdo. Por más que “todo” se pretenda justificar con crecimiento. Sin embargo, de la misma manera que el mercado prioriza analizar la cuenta de resultados, sin tener en consideración el precio por ello pagado (PER), descuida un detalle muy importante, ¡los activos! al fin y al cabo, el patrimonio. Empresas tradicionales, sin crecimientos espectaculares o modelos de negocios en reestructuración, se aborrecen hoy en día entre los inversores institucionales, dejando fuera de sus carteras casos como por ejemplo, el de TEF.
¡Telefónica es víctima de la negación por parte del mercado de todas sus virtudes y es exageradamente castigada por sus defectos! Como nos sucede en la vida misma, ¿no creen? Es cierto que en general, como les decía, las empresas tradicionales cotizan con descuento y las empresas de crecimiento cotizan con prima. A Telefónica además, se le exige una elevada remuneración, circunstancia que genera incertidumbre debido a su abultada, aunque manejable deuda. Este escenario estructural se completa con un modelo de negocio extremadamente regulado, altamente competitivo y con muchas dudas sobre su viabilidad de futuro. Yo me cuestiono a diario; ¿cómo serán las Telecos del futuro? Esta es la pregunta clave que se debería resolver. Considero seriamente que el mundo de las telecomunicaciones se dividirá en 3 bloques; el primer bloque será para las operadoras de bajo coste, aquellas sin infraestructura que acudirán a ofertas mayoristas. El segundo bloque; para las empresas con red propia de fibra, que ofrecerán producto a cliente final y al mercado mayorista, es decir, a las operadoras low cost (primer bloque). Y finalmente, el tercer bloque lo ocuparán las operadoras que ofrezcan contenidos, a nivel mayorista o minorista. Así lo estamos aconteciendo en USA, tras la compra de DirectTV por parte de AT&T o la guerra por los derechos de fútbol, por parte de Telefónica.
A los problemas estructurales anteriormente definidos, se le suman los problemas coyunturales, como son el colapso del mercado de divisas emergentes o la incapacidad de Pallete de colocar en bolsa a Telxius, o alguna de sus filiales, ya sea en Argentina, Alemania o UK. Todo ello ¡es la tormenta perfecta para Telefónica! que encima cotiza en uno de los mercados marcados en rojo, por los inversores institucionales. ¡España y su riesgo país!
Con estos argumentos, puedo comprender las caídas de la operadora, puesto que los vientos siguen marcando marejada. Pero como les comentaba en un inicio, en la bolsa y en la vida, todo tiene un límite y al fin y al cabo el precio pagado por un activo, determina siempre su rentabilidad. Y ¡mucho ojo! Porque Telefónica tiene un activo clave y necesario, que es la fibra óptica. El valor de su fibra es muy superior al valor de su deuda y al valor de su capitalización. ¡Telefónica Brasil es la auténtica joya de La Corona! y aunque el momento de sacar a bolsa sus filiales no ha llegado, hay activos de sobra para ir reduciendo la deuda, que por cierto, sigue decreciendo, debido al excelente trabajo que Pallete ha completado con la refinanciación a tipo fijo, en un 70%, y bajo tipos de interés ridículos.
Pero oigan… Yo les diré que podríamos analizar el precio y hablar de soportes, de tendencias… ¡Claro que sí! Pero a veces, hay que aprender a comprender que entre las discrepancias entre valor y precio, ¡existe la propia conducta de un trader profesional a la hora de tomar decisiones! Y con ello quiero dejar clarísimo que tratar de buscar momento técnico en una empresa de valor, es tan absurdo como salir a jugar a baloncesto con botas de fútbol. El precio nos ayuda a protegernos en los valores de momento, que por su demanda se encarecen. Cuando se trata de valor, es tan simple como comprar y esperar… Y sí, ¡esto es exactamente lo que voy a hacer!