Vox rebajará el IRPF al 22% para el 97% de los contribuyentes y al 30% para las rentas más altas
La medida estrella del programa fiscal de Vox será una profunda rebaja del IRPF para todos los españoles. Una reducción que dejará un impuesto de sólo dos tramos: un tipo generalizado del 22% para el 97% de los contribuyentes y un tipo del 30% aplicable a las rentas de más de 60.000 euros.
Una profunda rebaja del Impuesto de la Renta que se completa con fuertes deducciones a las familias, con mejoras para el ahorro y con una clara elevación de las aportaciones desgravables por planes de pensiones. Un esquema que aliviará cerca de 3.000 millones de euros, según el programa fiscal de Vox al que ha tenido acceso OKDIARIO en exclusiva.
El Impuesto sobre la Renta cuenta en estos momentos con un tipo máximo del 45%. Un tipo que desaparecerá en caso de que Vox pueda regular su modelo fiscal. Es más, la actual tarifa del impuesto cuenta con cinco tramos, que abarcan los tipos del 19%, 24%, 30%, 37% y el citado tipo del 45% para rentas superiores a los 60.000 euros al año.
Toda esa escala desaparece tal y como recoge la propuesta fiscal del partido de Santiago Abascal y será sustituida por una nueva tarifa con sólo dos tramos: el del 22% para las rentas anuales inferiores a 60.000 euros; y el 30% para la superiores. De ese modo, sólo por aplicación de la tarifa sale ganando ya la inmensa mayoría de rentas.
Las restantes, las que hasta ahora aplican un tipo del 19% se suman a la fuerte rebaja fiscal por otra vía. Y es que la simplificación del impuesto a dos tramos se combina con un esquema de deducciones que se incrementa para los tramos de rentas más bajas y se reduce para las rentas más elevadas.
Deducciones para las rentas más bajas
El concepto base de esas deducciones es el de la recuperación de los verdaderos mínimos exentos del pago de impuestos. Esos mínimos ya existieron en España, pero el paso de Zapatero los pervirtió para reconvertirlos en una caricatura que se disminuía de forma progresiva antes de poder ser aplicados.
Ahora, esos mínimos exentos se recuperan bajo la denominación de Necesidades Básicas del Contribuyente: el dinero básico necesario. Y ese dinero no pagará impuestos. Para un soltero ese importe queda en 7.000 euros, para una familia estándar se eleva por encima de los 14.000 euros y sigue creciendo dependiendo del número de hijos de la familia.
Y esos importes se aplican íntegramente para los contribuyentes con rentas de hasta 12.000 euros al año; y se van reduciendo progresivamente hasta quedar su deducibilidad en un 25% para aquellos hogares con más de 100.000 euros de renta anual.
El resultado es un IRPF sencillo y de fuerte rebaja fiscal con respecto al esquema actual. Las aportaciones desgravables a planes de pensiones también se amplían notablemente y el ahorro sólo tributará por sus beneficios reales, descontando el alza artificial provocado por la inflación.
Impuesto de Sociedades
La otra gran rebaja se centrará en las empresas. La propuesta fiscal de Vox rebaja el Impuesto de Sociedades en una primera fase hasta el 22%, en línea con la media de la UE (en el 21,9%). Y se completa con una rebaja en distintas fases con el objetivo de alcanzar una fiscalidad en línea con una de las economías más competitivas de nuestro entorno -Irlanda-. Es decir, que el objetivo final es dejar el Impuesto de Sociedades en el 12,5%.
Además, Vox promete un tipo beneficiado urgente del 12,5% para la repatriación de los beneficios generados por las empresas españolas en el exterior, salvo que el convenio de doble imposición regule un mejor tratamiento, en cuyo caso se respetará la opción fiscal más favorable para la empresa. Y este tipo será igualmente aplicable a la repatriación de producción implantada en el exterior, generando, de este modo, un fuerte incentivo a la recuperación de empresas españolas que han trasladado en los últimos años su producción al extranjero a causa de las mayores ventajas fiscales de países competidores con la economía española.
Las bases filosóficas de la reforma son claras: crear un programa de actuación para relanzar el poder adquisitivo de los españoles y la actividad económica en un momento de lógica preocupación por la evidente desaceleración económica. Por ello, tanto la parte tributaria como el programa de reducción de gasto innecesario de las comunidades autónomas y del resto de Administración se coordinan para dejar de derrochar en gastos inútiles y centrar ese esfuerzo en la mejora del poder adquisitivo de las familias y de la salud económica de las empresas.
El programa de Vox destaca, de ese modo, el objetivo de cumplir con los requisitos de déficit del año 2020, protegiendo a las clases medias para que, por una vez, no sean ellas las que paguen los efectos de una crisis económica que ya se empieza a sentir y que el Gobierno vuelve a ocultar como ya hizo Zapatero.