Automoción

Valencia y Colonia se pelearán por evitar el grueso de los 900 despidos que planea Ford

La factoría de Almusafes parece tener la fortaleza suficiente para no ser la peor parada en los ajustes que va a sufrir el modelo de producción de Ford en el continente europeo.

Valencia y Colonia se pelearán por evitar el grueso de los 900 despidos que planea Ford
El rey Felipe VI junto al director de relaciones institucionales y gubernamentales de Ford España

La planta valenciana de Ford Almusafes, el centro industrial que emplea a 7.200 personas de forma directa y epicentro de un ecosistema productivo de varios miles de empleos más, navega desde hace un tiempo en la incertidumbre como las 17 fábricas de nueve multinacionales del motor presentes en España.

Almusafes fabrica en 21 turnos que cubren toda la semana de lunes a domingo. En 2017 construyó el 14,5% de todos los vehículos que salieron de factorías españolas, aproximadamente 417.000 vehículos pero ese número cayó dramáticamente en 2018 hasta los 380.000 coches de los modelos Kuga, Connect, Mondeo, S-Max y Galaxy. Para este año se espera una producción similar en medio de un ERTE y ante las previsiones de la compañía, que ya ha avanzado que Valencia es candidata junto con Colonia (Alemania) a repartirse 900 salidas para compensar la menor demanda mundial -y también interna- de vehículos de combustibles fósiles.

Fuentes sindicales comentan a este periódico que está previsto que las salidas se produzcan especialmente «mediante el adelgazamiento de la estructura y los órganos de dirección». Esto indicaría que de las más de 7.000 personas trabajando en la fábrica serían candidatas a entrar en los recortes las poco más de 1.000 que no conforman un empleo estrictamente industrial.

Los sindicatos esperan que el recorte afecte tan sólo «a la estructura y los órganos de dirección»

A partir de septiembre, la fábrica afronta un recorte de producción que se verá agravado a partir de 2021 cuando la compañía traslade a México la fabricación de 40.000 unidades de la furgoneta Ford Transit Connect que actualmente se hacen en Valencia con destino al mercado estadounidense. La compañía también ha comunicado que se va a instalar una fábrica de baterías para motores híbridos en Almusafes, pero su puesta en marcha no llegará hasta otoño de 2020.

Por la prensa

Los propios sindicatos reconocen que se enteraron de los planes de la empresa por la prensa, no mediante ningún acercamiento por parte de la compañía que aún no les ha llamado a un periodo inicial de consultas como es preceptivo si se presenta un ERE. Los representantes de los trabajadores consideran iluso pensar que Almusafes, a pesar de ser una de las fábricas más competitivas de Europa, vaya a salir indemne de este proceso: Ford ya ha anunciado 5.000 empleos menos en Alemania, 3.000 menos en Reino Unido y el cierre de tres plantas en Rusia y una en Francia. Un recorte nunca antes ordenado por la compañía de Detroit.

La situación de Almusafes es diferente a la de otras fábricas españolas que ya han iniciado procesos de ERE, por ejemplo Nissan en Zona Franca (Barcelona). Si la planta catalana de la multinacional japonesa está al 30% de su capacidad tras años continuos de pérdida de modelos, Valencia mantiene cinco modelos diferentes y además pasa por ser una de las plantas más flexibles del grupo. Por ello representantes de los trabajadores creen que este proceso de ajuste «pasará rozando» o tocará algo en la estructura.

Ford, que vendió en 2018 69.193 unidades pero que hasta mayo sólo lleva matriculadas unas 24.000 (aventurando un descenso bastante acusado de las ventas para este 2019), argumentará sin embargo con toda seguridad que hay un excedente de capacidad (se produce más de lo que el mercado está demandando actualmente) que justificará el ajuste. Desde Comisiones Obreras se espera que se negocien prejubilaciones o bajas incentivadas. Las negociaciones, cuando lleguen, serán intensas, pero los representantes de los trabajadores consideran que hay que inspirarse en acuerdos como el de Nissan en Barcelona, donde un contrato con la aseguradora Mapfre cubre hasta el 90% de la prejubilación para los que han optado por marcharse, 600 en el caso del fabricante japonés.

«Teniendo en cuenta que los ajustes son hasta 2020, pensamos que hasta enero o febrero del próximo año podríamos no empezar la negociación», asegura otra fuente sindical que considera no obstante que se acercan duros momentos para la planta española de Ford, que hasta ahora siempre ha sabido adaptarse a los cambios pero que pocas veces se ha enfrentado con tantos cambios a la vez que hacen que su probada flexibilidad tenga que ponerse hoy más en liza que nunca.

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