INGENIERÍA

Urbas «enreda» en la adjudicación de Abengoa: envía al juez un escrito fuera de plazo en apoyo de su oferta

El Juzgado no admite la comunicación y la deja fuera del análisis del administrador concursal

Los grupos interesados en la compra creen "inminente" la decisión del juzgado que resuelve el fallido de la ingeniería sevillana

Acusan a Urbas de «maniobras de presión» al juez y el administrador ante la inminente venta de Abengoa

Urbas Abengoa

Urbas mantiene su estrategia de «enredar» el proceso de adjudicación de Abengoa a sus nuevos propietarios. El Juzgado de lo Mercantil Número 3 de Sevilla está a punto de realizar «de forma inminente» la compañía tal como esperan las partes interesadas. Mientras tanto, el grupo inmobiliario y constructor que preside Juan Antonio Acedo presentó en el juzgado, fuera de plazo, un informe de ‘aclaración’ de su oferta que no fue admitido a trámite. La presentación de dicho escrito se produjo el 29 de marzo pasado, lo que despertó el recelo de, prácticamente, todas las partes implicadas: desde los bancos con créditos preferentes a sus competidores directos en esta fase final de la adjudicación judicial de la ingeniería sevillana.

Sin embargo, el juez Jesús Ginés Gabaldón no ha admitido a trámite dicho escrito y no lo ha trasladado al administrador concursal, el socio de EY, Guillermo Ramos.

El movimiento de Urbas, según sus competidores, responde a una estrategia según la cual Acedo buscaría «judicializar el proceso, enredarlo, en caso de que no le adjudiquen la propiedad de Abengoa». Una adjudicación que, según sus cálculos, se produciría antes del relevo en el equipo del Ministerio de Industria, Comercio y Turismo que ha supuesto la salida de la hasta ahora ministra, Reyes Maroto, hacia la candidatura a la Alcaldía de Madrid y con ella, su jefe de gabinete, Juan Ignacio Díaz Bidart, al que señalan como un «sólido apoyo de la opción Urbas para Abengoa».

Dura reacción de la banca

Pese a su tradicional mutismo, la banca acreedora -titular de los denominados créditos preferentes- ha criticado duramente la oferta de Urbas por la multinacional sevillana de la ingeniería y las infraestructuras energéticas. Banco Santander, Credit Agricole y CaixaBank enviaron al juzgado sevillano que entiende la situación concursal de Abengoa un escrito de alegaciones en el que acusan a la compañía que preside Juan Antonio Acedo de intentar introducir una «artificial ventaja competitiva» que no se ajusta «a la realidad jurídica y económica» de los créditos y avales concedidos, ni a «las garantías jurídicas sobre determinados activos» de las filiales de la multinacional andaluza.

Los bancos acusan a Urbas de atribuir a los acreedores del plan de refinanciación, denominado New Money 2, los mismos derechos que a las entidades financieras que concedieron los avales sindicados. Y recuerdan que los contratos de la línea de avales incluyen el reconocimiento expreso de la constitución de una prenda (garantía de un crédito con un activo no inmobiliario, generalmente financiero) de primer rango. En cambio, las garantías para los acreedores de New Money 2 son de tercer rango.

En contra de lo que asegura Urbas en su oferta, Banco Santander, CaixaBank y Credit Agricole aseguran que el resto de acreedores carecería del «derecho a prestar su conformidad» a la venta de los activos vinculados a los créditos privilegiados (de primer rango). Dicho de otro modo, solo ellos -por el volumen de la deuda y los activos que tienen en garantía- son los únicos con capacidad para vetar la adjudicación a algún candidato que no les asegure el cobro.

Los bancos también critican que Urbas no pretenda pagar la deuda de la unidad productiva de Abengoa (conocida como Abenewco 1) lo que, en su opinión, genera «una evidente incertidumbre».  Abengoa cuenta con una línea de avales -concedidos y realizados- de 462 millones de euros.

El plan de refinanciación llevado a cabo en 2017 consistía en un préstamo de 194,5 millones, de los que más de 26 millones corresponden a una emisión de bonos, denominada New Money 2. En la segunda reestructuración (2019), se refinanció el 55% de esa cantidad que, junto a los intereses generados, elevan la deuda impagada a 169 millones de euros.  En diciembre de 2018, Abengoa firmó con sus acreedores un contrato de bloqueo o lock-up con los acreedores que mantenían la mayoría de sus títulos de deuda, sobre todo bonos (New Bonding, New Money 2 y Senior Old Money) bajo una financiación interina en forma de deuda convertible. Tras el acuerdo, los acreedores dejaban en suspenso la ejecución de las garantías que aseguraban la deuda.

Presiones al juzgado

La dudas de la gran banca parecen confirmar las sospechas de los grupos competidores de Urbas (Cox Energy y el empresario y financiero Miguel Zorita) que creen que, en realidad, se trata de una oferta financiera cuyo fin último es el ‘despiece’ de Abengoa y la venta de activos «al mejor postor».

Según esas mismas fuentes, la propuesta de Urbas supone la asunción íntegra de la deuda de Abengoa por parte de la empresa oferente lo que, en su caso, llevaría a un concurso de acreedores de la propia Urbas. Y con él, la apertura de un proceso de venta de activos de la empresa andaluza; por lo que la compra de la ingeniería andaluza sería solo una primera fase de un proyecto más especulativo a nivel financiero.

No es la primera vez que Urbas, con Juan Antonio Acedo al frente, se ve señalada por los participantes en el proceso de adjudicación de Abengoa como un jugador con reglas propias. Cierto que, a medida que se acerca la designación del nuevo propietario, el nerviosismo crece; pero en el caso de la inmobiliaria las críticas van más allá.  La respuesta de la banca acreedora sucede a las sospechas de que Urbas ha intentado presionar a juez y administrador con «garantías de paz social» en el grupo de ingeniería (vía acuerdos con los sindicatos) que no podrían asegurar sus competidores.

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