Turistas británicos y alemanes avisan: podrían dejar de venir a España por la nueva ley antitabaco
Reino Unido y Alemania, dos de los principales mercados emisores, muestran preocupación por las restricciones que Sanidad planea imponer al tabaco y al vapeo en espacios abiertos.

España es, desde hace décadas, uno de los destinos vacacionales predilectos para los turistas europeos. Su clima, gastronomía, cultura y, cómo no, su estilo de vida al aire libre lo han convertido en un imán para visitantes de países como Reino Unido, Alemania y Francia. En 2025, según datos del INE, fueron precisamente los británicos los que más viajaron a nuestro país: más de 11 millones de turistas, un 4,3% más que el año anterior. Les siguieron franceses (7,1 millones) y alemanes (6,9 millones).
Pero esa experiencia de ocio tan característica podría cambiar radicalmente. El nuevo proyecto de ley antitabaco que prepara Sanidad plantea prohibir fumar y vapear en espacios al aire libre: desde terrazas de bares hasta playas y zonas de ocio nocturno. Una medida que ya está generando polémica dentro y fuera de nuestras fronteras.
Reacciones en Reino Unido y Alemania
Los principales medios británicos y alemanes se han hecho eco de las quejas de turistas y hosteleros. El tabloide ‘Metro UK’ alertaba esta semana de que muchos viajeros ya amenazan con «buscar otro destino» si la norma se aprueba. “Es una mala noticia para los bares y restaurantes, que ahora se enfrentarán a la prohibición de que los clientes dejen de consumir en las terrazas”, decía un usuario citado en la publicación.
La polémica también ha saltado a otros grandes medios británicos. ‘The Independent’ advertía que las nuevas medidas afectarían no sólo a restaurantes y bares, sino también a las playas, uno de los escenarios más valorados por los viajeros internacionales. La publicación destacaba la inquietud de los turistas que ven cómo una parte esencial de la experiencia española puede desaparecer.
En la misma línea, ‘The Sun’ recogía testimonios de viajeros que aseguraban que la prohibición “arruinaría sus vacaciones” y que, de aplicarse, optarían por destinos alternativos en el Mediterráneo. El diario británico subrayaba además que España es el país más popular entre los turistas del Reino Unido y que cualquier restricción que afecte al ocio al aire libre puede repercutir directamente en la llegada de visitantes.
‘Euronews’, por su parte, apuntaba que la prohibición podría “alterar significativamente la experiencia de los turistas”, recordando que parte del atractivo de España reside en esa cultura de comer y socializar al aire libre, acompañada muchas veces del hábito de fumar.
En Alemania, el ‘Morgen Post’ señalaba que el endurecimiento de la normativa podría “cambiar el mapa de las vacaciones” para muchos viajeros que, tradicionalmente, encontraban en España un destino flexible y acogedor.
Un debate que toca la economía del turismo
Más allá de la polémica sanitaria, la cuestión tiene una derivada económica de gran envergadura. La hostelería española depende en buena medida de las terrazas como motor de ingresos, y restringir su uso podría impactar en bares y restaurantes, especialmente en zonas de gran afluencia turística.
El turismo británico, alemán y francés supone uno de los pilares fundamentales del sector: millones de visitantes al año que dejan un volumen económico decisivo. De ahí que la posibilidad de que parte de esos turistas decidan optar por otros destinos –como Portugal, Italia o Grecia– en busca de menos restricciones, preocupe al sector hostelero y turístico nacional.
¿Un equilibrio posible?
Los defensores de la medida subrayan que el objetivo es mejorar la salud pública y reducir la exposición al humo. Sin embargo, sus detractores cuestionan si es la vía adecuada. Para muchos, el debate no es tanto sobre fumar o no fumar, sino sobre la pérdida de libertad y sobre el impacto cultural y económico que una restricción de este tipo puede generar en un país cuya identidad está muy vinculada a la vida en la calle.