GUERRA COMERCIAL

Trump fortalece al dólar tras confirmar los aranceles a México y Canadá: el asalto se extiende al euro

Un euro y una libra sobre el billete verde.
Un euro y una libra sobre el billete verde.

Washington ha vuelto a endurecer la presión sobre los mercados al confirmar que los aranceles del 25% a las importaciones tanto de México como de Canadá saldrán adelante la próxima semana, 4 de marzo. Este anuncio ha vuelto a sacudir cada rincón de los mercados (desde las acciones automovilísticas hasta las materias primas). Ahora, el golpe se extiende a las divisas.

El euro cayó un 0,7% frente al dólar el jueves tras el anuncio de Trump de que los aranceles mantenían su fecha original. Quizás por eso, el peso mexicano y el dólar canadiense han liderado las caídas este miércoles, al ser los más afectados, con un retroceso leve para la moneda mexicana. El loonie canadiense, como se conoce a la divisa canadiense, se ha depreciado un 0,6% contra el dólar. El billete verde, que subió un 0,63% en las primeras operaciones, logró su mayor rally en tres semanas. 

Robert Burgess, gestor y director de análisis en Capital Group, anticipa que un efecto secundario de la guerra comercial podría trasladarse a un dólar más fuerte: «El dólar debería fortalecerse, al menos inicialmente, si Estados Unidos optara por imponer nuevos aranceles», apunta Burgess. Del mismo modo, los aranceles contribuirían a un deterioro en los bienes importados a Estados Unidos, que, según el gestor, «impactará directamente sobre la demanda de las divisas extranjeras afectadas». Así, se verán golpeados tanto los bienes como las divisas de Canadá y México, en el corto plazo, y esto se extenderá probablemente al resto de la economía.

Réplicas en las materias primas 

Las divisas son la última víctima en el asalto estadounidense a los mercados globales. En los últimos días, la Casa Blanca ha amenazado la aplicación de gravámenes a varios sectores y materias primas, como ha sido el caso para el cobre esta misma semana. El metal rojizo, además de ser un indicador clave para medir la salud de una economía, es una materia prima crítica para el sector de la construcción y es esencial para toda la cadena de producción: desde las fábricas hasta la conducción eléctrica.

El temor en los parqués se desató cuando Donald Trump ordenó al Departamento de Comercio estadounidense a examinar la «posible aplicación de un gravamen al cobre y las empresas que lo trabajan». Un anuncio que llevó a los futuros del metal a escalar un 5% en la Bolsa de Nueva York: su mayor subida en diez meses.

«Es hora de que el cobre regrese a casa», dijo Howard Lutnick, el secretario de comercio de Estados Unidos, el miércoles: «Como las industrias de acero y aluminio, nuestra industria de cobre ha sido diezmada por actores globales que atacan nuestra producción doméstica». 

Los analistas del mercado ya llevan tiempo alertando del riesgo de un déficit de existencias, y con ello, precios más elevados en los mercados de futuros.

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