La tercera ola del coronavirus obliga a las funerarias a doblar el turno de sus plantillas
Las funerarias ha sido uno de los sectores que más ha multiplicado su trabajo durante los meses de pandemia. Para mitigar el impacto de esta tercera ola, muchas funerarias se han visto obligadas a que sus trabajadores tengan que doblar turno, lo que se suma a las ampliaciones de hasta el 12% de sus plantillas en algunas zonas de la península. Sin embargo, a pesar de que son el último eslabón de la cadena sanitaria, Pedro Sánchez les ha dejado fuera de los grupos de vacunación.
Las funerarias se vieron obligadas durante la segunda ola a incorporar más de 1.400 trabajadores extra para poder gestionar la demanda de servicios como consecuencia de la crisis sanitaria. Esta ampliación de las plantillas, que en algunas comunidades ha llegado a alcanzar el 12%, se ha consolidado durante la tercera ola. En la Comunidad Valenciana, en el mes de enero se llegaron a registrar más de 100 defunciones diarias, por lo que muchas empresas de servicios funerarios se han visto obligadas a doblar turnos.
Ante esta situación, al incremento en la demanda de los servicios funerarios, no le ha acompañado un aumento en los ingresos del sector: a los sueldos de los nuevos trabajadores y las horas extra, se suman los gastos en adquisiciones de material de protección: se ha reforzado el aprovisionamiento de sudarios y ataúdes, así como equipos de protección para los trabajadores, además de establecerse unos rigurosos protocolos de higiene y seguridad sanitaria, revisados periódicamente.
«No se entiende que los trabajadores de las funerarias no entren dentro de los planes de vacunación de las autoridades sanitarias»
Para muchas empresas, los gastos adicionales derivados de los equipos sanitarios, así como del aumento del stock para poder dar respuesta al incremento de defunciones, llegan a alcanzar los 10.000 euros. Todo esto para un sector que durante los primeros meses de la pandemia llego a incrementar en un 500% su actividad.
«En contra de lo que la gente puede pensar, en los primeros seis meses de pandemia la caída de la facturación ha sido del 50% por los cierres y limitaciones de ceremonias, la adquisición de equipos de protección, sudarios especiales para fallecidos por Covid-19 o el refuerzo de plantilla», asegura Alfredo Gosálvez, secretario general de la Asociación Nacional de Servicios Funerarios (PANASEF).
Desde la patronal siguen reclamando una mayor participación de las administraciones públicas, ya que durante la primera y la segunda ola la coordinación fue escasa. De esta forma solicitan el asesoramiento de expertos del sector en materia de gestión funeraria para poder capear esta situación, así como que se dé importancia a los servicios funerarios en la campaña de vacunación.
Sin fecha de vacunación
Desde PANASEF exigen a las autoridades sanitarias que incluyan a los servicios funerarios dentro de la siguiente fase de vacunación. Y es que, a pesar de los materiales de protección que se utilizan, los profesionales de los servicios funerarios son el último eslabón de la cadena sanitaria y están en continua exposición al virus. Así, en comunidades como Cataluña, en torno al 10% de la plantilla de algunas empresas funerarias se encuentra en cuarentena por haberse contagiado de coronavirus.
«No se entiende que los trabajadores de las funerarias que se encuentran en continuo contacto con el virus no entren dentro de los planes de vacunación de las autoridades sanitarias», afirman desde PANASEF.
Por el momento, las administraciones no contemplan a los trabajadores de las funerarias para la fase de vacunación de marzo, aunque algunas comunidades sí que están valorando incluirles dentro de la próxima fase. En el caso de la Comunidad de Madrid y Aragón que ya han iniciado los mecanismos para que todos los profesionales del sector puedan vacunarse en los próximos meses.
Gracias a los refuerzos tanto en las plantillas, como en el stock -que en algunos casos ha aumentado un 20%- el aumento de casos durante la tercera ola no ha generado el colapso del sector. Sin embargo, esta pandemia ha obligado al sector a adaptarse a los nuevos protocolos, así como a asumir un incremento de hasta el 60% en las incineraciones, un objetivo que se esperaba alcanzar en 2025.
A pesar de las ampliaciones de plantilla y de las horas extra, desde las distintas patronales de servicios funerarios resaltan el agotamiento, tanto físico como mental, de los trabajadores del sector. Y es que, ahora que la tercera ola muestra señales de que comienza a remitir, lo profesionales del sector funerario hablan ya de la cuarta ola que se aproxima en los meses de primavera.
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