Técnicas Reunidas mantiene su beneficio semestral en 67 millones por la depreciación del dólar
La depreciación del dólar frente al euro ha salpicado directamente a Técnicas Reunidas: en el primer semestre del año, la empresa ha obtenido prácticamente el mismo beneficio que se apuntó en 2016, ya que ha registrado un crecimiento del 1% hasta los 67 millones de euros según ha informado este viernes la firma de ingeniería.
Las ventas de la compañía crecieron un 14% entre enero y junio, hasta los 2.628 millones de euros, debido a que los mayores proyectos de su cartera se encuentran en fase de aprovisionamiento y construcción.
El resultado bruto de explotación (Ebitda) de Técnicas Reunidas se situó en 117 millones, un 14% más que en el primer semestre de 2016, mientras que el resultado operativo (Ebit) avanzó un 13%, hasta los 105 millones de euros, con un margen operativo del 4%.
La firma cerró la primera mitad del año con una cartera de 8.255 millones, un 23% inferior a la del primer semestre de 2016. A 30 de junio, la posición de caja neta era de 225 millones de euros, un 57% menos que en igual periodo de 2016.
El grupo presidido por José Lladó ha explicado que la cartera recoge el impacto de no considerar el proyecto de las Unidades Auxiliares de Talara en Perú, porque va a ser reofertado.
Así, los proyectos de las divisiones de petróleo y gas representaron un 87% del total de la cartera, mientras que los de la división de energía supusieron un 13%.
Nivel de adjudicaciones «inesperadamente bajo»
El consejero delegado de Técnicas Reunidas, Juan Lladó, señaló que el nivel de adjudicaciones en el semestre «fue inesperadamente bajo» por el aplazamiento, en la última fase del proceso de adjudicación, de proyectos en Sudamérica en los que el grupo ya había sido seleccionado.
Además, afirmó que el proceso de oferta de grandes proyectos en Oriente Medio, donde el grupo está bien posicionado, se ha pospuesto más allá de la primera mitad del año y que la crisis del petróleo está afectando al sector, tanto en el lanzamiento de nuevas inversiones como en la ejecución de proyectos.
Lladó apunta a la crisis del petróleo, que afecta directamente a la industria petrolera, como culpable. «Está afectando tanto al lanzamiento de nuevas inversiones como a la ejecución de los proyectos.»Tras tres años de un entorno complicado, las compañías petroleras tienen una actitud más prudente en lo que respecta a sus operaciones, lo que afecta a toda la cadena de suministro y, muy especialmente, a las condiciones de pago de nuestros proyectos. En este entorno, estamos completamente centrados en la eficiencia y el control de nuestros proyectos», añadió Lladó.