Este año, Zaragoza celebrará sus fiestas del Pilar por todo lo alto: se retoma la mítica ofrenda de flores, la procesión del Rosario de Cristal y, además, la ciudad es la Capital Iberoamericana de la Gastronomía Sostenible. Un reconocimiento cargado de responsabilidad que otorga en exclusiva la Academia Iberoamericana de Gastronomía. Con esta distinción se premia la excelencia gastronómica como ejemplo de cultura. Uno de los objetivos claves es que la hostelería mitigue su huella de carbono, como dice la vicealcaldesa de Zaragoza y portavoz de Cs en el Ayuntamiento, Sara Fernández.
El pasado 15 de junio inauguró este título presentando oficialmente un cuidado recetario en el que dieciocho cocineros iberoamericanos de gran reconocimiento ponían en valor los productos aragoneses como el aceite del Bajo Aragón o de la Sierra del Moncayo, el melocotón de Calanda, el ternasco de Aragón, la cebolla de Fuentes de Ebro, la borraj, la trufa negra aragonesa, el jamón de Teruel o el tomate rosa de Barbastro. Productos que utilizaron para reinterpretar recetas de cada uno de sus países.