Asturias Rescate de un osezna en Asturias

Rescatan en Asturias una osezna de tres meses tras fracasar varios intentos de reencuentro con su madre

El animal, bautizado como Alba, fue localizado el sábado a primera hora por la Fundación Oso Pardo y recuperado por agentes del Medio Natural asturianos

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El esbardo, de dos kilos, ha sido trasladado al Centro de Recuperación de la Fauna Silvestre de Cantabria, a la espera de que el grupo de trabajo del Oso Cantábrico valore su destino final.
Antonio Quilis
  • Antonio Quilis
  • Periodista especializado en información medioambiental desde hace más de 20 años y ahora responsable de OKGREEN en OKDIARIO. Antiguo director de El Mundo Ecológico y colaborador en temas de medioambiente, ecología y sostenibilidad en Cadena Ser.

El Gobierno de Asturias rescató el pasado este fin de semana una osezna de tres meses y 2.090 gramos de peso en el concejo de Teverga, tras constatar que no era posible el reencuentro con su madre en condiciones de seguridad.

El animal, bautizado como Alba, fue hallado el miércoles por los agentes del medio natural, en el marco del programa de seguimiento de osas con cría. Fue entonces cuando se activó la vigilancia continuada, con el objetivo prioritario de favorecer un acercamiento natural entre la madre y la cría.

Como medida preventiva, y ante la posibilidad de que la osa permaneciera en las proximidades, el Principado suspendió de forma inmediata el acceso a las rutas de senderismo y a las zonas de escalada del entorno.

Acercamiento asistido

Al no producirse el reencuentro entre la madre y el esbardo de manera espontánea, el Servicio de Vida Silvestre y el Servicio de Emergencias del Principado (Sepa) valoraron la posibilidad de propiciar un acercamiento asistido.

No obstante, esta opción fue descartada por el elevado riesgo para el animal y los equipos intervinientes, dado el relieve escarpado del terreno y la necesidad de evitar interferencias en el comportamiento natural del grupo familiar.

Paralelamente, se desplegaron medios técnicos, incluido un dron con cámara térmica, para intentar localizar de nuevo a la cría sin invadir el entorno. Ninguna de estas alternativas tuvo éxito.

Localización definitiva

La localización definitiva se produjo en la madrugada del sábado, gracias a la comunicación de la Fundación Oso Pardo. Un agente del Medio Natural procedió entonces a su recogida, ante el riesgo creciente de deshidratación. Alba fue trasladada a una clínica veterinaria en Oviedo/Uviéu, donde se confirmó que no presentaba heridas ni patologías.

El domingo se volvió a valorar técnicamente la posibilidad de un reencuentro con la madre, que fue nuevamente descartado por razones de seguridad. Se optó por su traslado al Centro de Recuperación de Fauna Silvestre de Cantabria, perteneciente a la Consejería de Desarrollo Rural, Ganadería, Pesca y Alimentación del Gobierno cántabro, especializado en el manejo de oseznos en condiciones controladas, donde se evita el contacto humano y se garantiza una vigilancia continua.

Cachorro de oso pardo
La osezna rescatada en Asturias

Decisión consensuada

La decisión fue consensuada por técnicos del Servicio de Vida Silvestre, el Servicio de Agentes del Medio Natural, la Fundación Oso Pardo, la Fundación Oso Asturias e investigadores del Instituto Mixto de Investigación en Biodiversidad del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (IMIB-CSIC).

La Dirección General de Planificación Agraria, como órgano competente en materia de fauna silvestre, se ha coordinado la actuación en función de los protocolos establecidos y se ha informado en todo momento al Grupo de Trabajo del Oso Cantábrico.

Destino final de la osezna

El destino final de Alba se propondrá en el seno de dicho grupo. La consejería de Medio Rural propondrá reintroducirla en el oriente asturiano como refuerzo genético, lo que afianzaría la mejora de la pervivencia de la especie. Se trata de una medida que va en coherencia con los criterios de conservación establecidos a nivel nacional.

El Gobierno de Asturias subraya que todas las decisiones en el manejo de la osezna se han guiado por criterios técnicos y por el principio de precaución, con el objetivo de salvaguardar el bienestar del animal, garantizar la seguridad de las personas participantes y contribuir a la conservación del oso pardo cantábrico.