Un Real Madrid de circunstancias, plagado de bajas y entrenado por el seleccionador de Brasil, tuvo que hacer un milagro, con un gol del canterano Jacobo Ramón en el 95, para ganar a un Mallorca que mereció salir goleado del Bernabéu y casi se va con un punto. El meta Leo Román hizo un partidazo con diez paradones que evitaron que su equipo se llevara un saco. En los de Ancelotti, que tuvo que sacar hasta a Vallejo, el mejor fue Mbappé, que hizo un golazo que encauzó la victoria del Madrid.
Al seleccionador de Brasil le faltaba personal. Si me apuran Carletto no tenía ni para echar un pádel. Entre lesionados, sancionados, enfurruñados y bultos sospechosos, a Ancelotti apenas le quedaban en pie nueve jugadores del primer equipo, a los que habría que añadir a Asencio, que para eso se lo ha ganado. Los puso a jugar a todos aunque tuviera que componer una alineación con menos equilibrio que un borracho con diez copas.
Les cuento. Llegaba al Bernabéu el Mallorca con opciones de meterse octavo y entrar en la Conference, que no parece mucho botín pero que se lo digan al Betis, que va a jugar la final. Y el Real Madrid salía con este inédito once: Courtois; Fede Valverde, Jacobo, Asencio, Fran García; Ceballos, Modric; Güler, Bellingham, Mbappé; y Endrick. Mucho talento y poco músculo. Eso, y una defensa a priori blandengue.
La previa, ya saben, venía marcada por el varapalo del Clásico no por esperado menos doloroso. Bueno, y por el anuncio de Brasil del fichaje de Ancelotti ante el silencio administrativo del Real Madrid. El club ya mira al Mundial de Clubes con Xabi Alonso en el banquillo y por lo menos un par de fichajes: Alexander-Arnold y Huijsen. Ya veremos si no cae alguno más, Florentino mediante.
Antes había que pasar el trago de acabar esta Liga que ha acabado por enterrar a Ancelotti y por dejar sin grandes títulos a Mbappé en su primer año en blanco. Y para colmo con el PSG en la final de la Champions. El primero de los tres trámites que le quedaban al Real Madrid era el duelo ante el Mallorca. Que seguidamente paso a contarles. Con permiso.
Aprieta el Madrid, marca el Mallorca
Salió enchufado el Real Madrid, aunque no se lo crean. A los dos minutos dos de los proscritos de Ancelotti, Güler y Endrick, se juntaron. El turco vio al brasileño y le puso un pase a lo Kroos. Cabalgó Endrick, se plantó solo ante Leo Román y resolvió con un tiro violento que sacó con mano firme el meta del Mallorca, el mismo que le hizo una docena de paradas al Barcelona en Montjuic. Por cierto, Copete empujó claramente al brasileño y era penalti pero, para variar, el colegiado y el VAR se hicieron los ciegos y los sordomudos.
Del 1-0 pasamos casi sin darnos cuenta al 0-1. El Real Madrid se relajó tanto que el Mallorca abrió el marcador. Fran García abandonó su sitio, Ceballos trató de cortar el pase filtrado y le salió una asistencia a Valjent, un central que pasaba por allí y que se sacó un disparo raso y cruzado ante el que Courtois reaccionó demasiado tarde.
Volvió a mandar el Real Madrid y a defenderse el Mallorca. Hubo que esperar al minuto 17 para que Bellingham y Mbappé montaran una contra que resolvió el inglés con un disparo alto que volvió a sacar a mano cambiada el meta Leo Román. Los blancos tenía peligro a campo abierto pero seguían con los mismos problemas de todo el año. Sin plan ofensivo, sin capacidad para atacar por los flancos, sin cabeza pensante para manejar el juego. Colectivamente, el ejército de Pancho Villa.
San Leo Román
En el 36 de nuevo Leo Román metió una mano para salvar al Mallorca. El tiro lejano de Modric esquivó piernas, troncos y otras extremidades y se iba a colar por la izquierda pero el meta balear hizo un paradón. Y lo volvió a hacer en el 40 ante un disparo lejano de Mbappé que desvió a córner, eso sí, adornándose un poco. Y la tercera consecutiva la haría Leo Román para rechazar en el 42 otro misil de Fede Valverde desde la frontal. El Real Madrid, ya en las postrimerías del primer tiempo, merecía el empate.
No lo consiguió y nos fuimos al descanso. Del que regresamos sin cambios en ninguno de los dos equipos. Ancelotti tenía que tener cuidado de tener un mínimo de 7 jugadores del primer equipo siempre sobre el campo y de inicio ya partió solamente con 9. Siguió dominando el Real Madrid y hundidito en su área el Mallorca.
Pasaban los minutos y el Real Madrid dominaba pero sin prisa. En el 62 saltó la noticia en el Bernabéu. Salió a jugar Jesús Vallejo. Suplió a Asencio que se marchó ovacionado por una grada más que adormecida, narcotizada. Estaba el público igual de pasota que el equipo. Menos mal que en el 67 apareció Mbappé para firmar una magnífica acción individual dentro del área. Bailó un chotis con varios defensores del Mallorca en una baldosa, armó la diestra y batió al hasta entonces imbatible Leo Román.
Iguala Mbappé
Respondió el Mallorca con un mano a mano de Morey que abortó con un paradón tremendo Courtois, siempre de guardia. Reaccionó Ancelotti con otro cambio en el 73: el canterano Gonzalo García por Endrick. Asediaba el Real Madrid el área de Leo Román. Que sacó su enésima mano a dos disparos consecutivos de Arda Güler. El portero bermellón estaba sosteniendo el valioso punto que arañaba su equipo.
Su octava parada se la hizo a Bellingham en un mano a mano y luego a Mbappé le negó el 2-1 el central Valjent, que sacó con la cabeza bajo palos el remate del francés dentro del área. También tuvo la suya Gonzalo, pero la pelota le botó justo antes de empalarla dentro del área. Al Real Madrid se le negaba una y otra vez la opción de la victoria.
Y cuando parecía que no había remedio al empate que hacía campeón al Barcelona, hubo milagro en el Bernabéu. Fue en el 95. Un centro a la olla de Fran García, la prolonga de espaldas Vallejo y marca de cabeza el canterano Jacobo Ramón. Pues nada. Otra remontada (no tan) épica en el Bernabéu y el alirón del Barcelona tendrá que esperar al menos a mañana… siempre que gane al Espanyol en el derbi.
