Santander será la primera inmobiliaria española tras la fusión de Merlín Properties y Metrovacesa
Merlín Properties y Metrovacesa han llegado a un acuerdo para fusionarse y convertirse así en el primer grupo inmobiliario español. La operación ha sido ya presentada ante la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) con el objetivo de que sea aprobada en las próximas semanas, culminando la integración antes de que concluya este año. El Banco Santander será el primer accionista de la compañía tras la integración con una participación del 21,9%. BBVA dispondrá de un 6,4% y Banco Popular será el tercer accionista, con otro 2,86%.
El organismo que dirige José María Marín Quemada dispone a partir de ahora de un mes para poder dar su visto bueno al proyecto de fusión. El nuevo grupo dispondrá de una cartera de edificios y viviendas en alquiler 9.317 millones de euros y que genera ingresos por alquileres de 450 millones al año.
La operación contempla que la entidad financiera que preside Ana Patricia Botín y el resto de bancos que actualmente controlan Metrovacesa (BBVA y Banco Popular) cedan a Merlín los edificios de oficinas y centros comerciales en renta de la inmobiliaria, valorados en 1.672 millones, a cambio de recibir acciones de la socimi. Para afrontar la operación, Merlín tiene previsto realizar una ampliación de capital por la que emitirá 146,7 millones de acciones, a 11,40 euros cada una, un precio por encima de la actual cotización de la socimi (alrededor de los 10 euros).
En su cartera de activos de más de tres millones de metros cuadrados figurarán algunos emblemáticos edificios, como son la Torre Madrid de la capital o una de las cuatro del Norte del Paseo de la Castellana. La nueva Merlín también será propietaria del centro comercial que alberga la FNAC de la Plaza de Callao de Madrid, de cuatro inmuebles de la Avenida de Diagonal de Barcelona o del centro comercial Las Arenas de esta ciudad.
De la fusión también surgirá una segunda empresa, denominada Testa Residencial, con 4.700 viviendas en alquiler, fruto de la integración de los pisos en renta de las dos empresas. Merlín sólo contará con el 34,2% de esta firma filial de viviendas, que estará controlada también por el Santander, con un 46%, lo que permitirá a la socimi cumplir con su objetivo estratégico de «desconsolidar» este negocio de sus cuentas.
El acuerdo de integración de las dos empresas contempla una penalización de 75 millones de euros en caso de que la fusión no resultara por causas atribuibles a una de las firmas, que sería la que abonaría la sanción a la otra empresa.