Sánchez da la espalda a la industria de Castilla y León: el sector impulsa proyectos sin apoyo público
Las compañías han creado un programa sin fines de lucro sin "apoyo institucional"
Varias importantes empresas de la industria se han unido con la Fundación Caja de Burgos para promover el sector y el empleo en una asociación llamada Polo Positivo, pero sin el apoyo del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. El programa de aceleración de proyectos industriales burgalés asegura a OKDIARIO que no cuenta «con apoyo institucional» pese a ser una herramienta que está impulsando la economía de Castilla y León con relativo éxito.
De hecho, Polo Positivo asegura que casi no se ha apuntado a ningún programa de apoyo público, dado que considera que los requisitos que se exigen no se ajustan a su forma de promocionar el emprendimiento y el empleo.
«Ahora, los programas de apoyo al mundo del emprendimiento se implementan a través de la EOI (dependiente del Ministerio de Industria). La EOI saca diferentes convocatorias todos los años destinadas tanto aceleradoras como a startups. Sí que hemos tratado de acceder a alguna de estas convocatorias. El problema es que te constriñe mucho el modelo de ayuda que tú puedes prestar a los emprendedores», lamenta la entidad.
«Es decir, si tú quieres entrar dentro de esas ayudas a las aceleradoras, tu modelo de aceleración tiene que consistir en un montón de horas de formación, unas poquitas horas de mentorización… No es nuestro modelo. Nosotros buscamos apoyar proyectos, pero no le damos formación, sino mentorización, es decir, apoyo», explica Polo Positivo.
En resumen, la asociación de empresas industriales de Burgos promueve, con relativo éxito, el emprendimiento, dando una atención constante a través de recomendaciones o, incluso, cesión de espacios para empresas emergentes.
Sánchez no apoya a la industria de Burgos
En las instalaciones de la Fundación Caja de Burgos, aquellas mercantiles incipientes disponen de numerosos servicios para que sus proyectos sigan adelante. Sin embargo, este modelo de promoción de empleo y del sector privado no está contemplado dentro de los paquetes de ayudas de las aceleradoras.
Es más, Polo Positivo asegura que «es una iniciativa totalmente privada». «Somos siete socios. Los siete socios hacen una aportación económica anual y, con esa aportación, se sostiene el programa. No es una iniciativa pública. De momento no tiene el apoyo de las instituciones», asegura.
No obstante, la entidad reconoce que ha «tenido colaboraciones con el Ayuntamiento de Burgos a nivel local», el único organismo público que se ha interesado por este proyecto.
Detrás de Polo Positivo se encuentran grandes empresas industriales como Gonvarri o Aciturri, un proveedor de grandes multinacionales como Airbus o Boeing. El objetivo no es otro que promover el empleo local, por lo que el apoyo de la asociación va dirigido a cualquier empresa, sea cual sea su origen, cuya actividad vaya a repercutir positivamente en los habitantes de Burgos.
Así, la localidad castellanoleonesa se ha convertido en la segunda ciudad española con mayor empleo industrial en términos relativos, en la segunda con mayor suelo industrial (más de un 44%), la quinta en porcentaje de población activa industrial y crea el 25% del empleo en de la industria de la región.
Además, según explica a este periódico Fundación Caja de Burgos, la ciudad es la segunda de España con menor proporción de ciudadanos con rentas bajas, tan sólo un 9,87%. Esta situación se debe, sobre todo, al gran desarrollo del sector secundario. «El área urbana de Burgos agrupa 572 empresas, 20.533 empleos y 2.417 hectáreas de suelo industrial», afirma la Fundación.
«De entre los 8.132 municipios actualmente existentes en España, Burgos es el séptimo en empleo industrial. Únicamente lo superan Madrid, Barcelona, Zaragoza, Vitoria, Vigo y Sevilla», insiste la entidad.
Por tanto, este tipo de iniciativas en la industria, pese a no contar con el apoyo de Sánchez y provenir exclusivamente del sector privado, están teniendo un enorme impacto positivo en la economía y en la sociedad. Así, el sector privado demuestra una vez más su compromiso social, que muchas veces supera al que mantienen algunas instituciones del Estado.