Economía

Sánchez confunde qué es una recesión: dice que es que un país «crezca negativamente» tres trimestres y no dos

Sánchez confunde qué es una recesión: dice que es que un país «crezca negativamente» tres trimestres y no dos
Pedro Sánchez en 'El Programa de Ana Rosa'.

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, se ha confundido al definir qué es una recesión económica. Ha afirmado durante una entrevista en el Programa de Ana Rosa de Telecinco que «una recesión es que un país crezca negativamente durante tres trimestres consecutivos» y no dos. Dos trimestres es el periodo necesario para considerar que una economía entra técnicamente en recesión.

Una recesión es una caída continuada de la actividad económica. Oficialmente, siempre se ha considerado que para hablar de recesión debe caer el PIB durante dos trimestres consecutivos. Así lo consideraron los expertos en la crisis que estalló en 2008, y que el Ejecutivo de Zapatero negaba en un primer momento. Ahora Pedro Sánchez considera que para hablar de recesión en un país la economía tiene que caer durante tres trimestres.

Algunos economistas consideran que la definición más adecuada de recesión no debe tener en cuenta los trimestres en los que el PIB caiga, sino que hay que tener en cuenta dos factores: que el retroceso de la actividad sea generalizado en distintos sectores y que sea continuado. A los expertos consultados por OKDIARIO les ha sorprendido el criterio temporal usado por Pedro Sánchez y que hable de «crecimiento negativo». «Una economía crece o decrece o cae», señalan, cuestionando una expresión cada vez más generalizada y que también usa el presidente del Gobierno en funciones.

Según los economistas consultados, «lo importante no son los tecnicismos». «En el debate sobre si hay o no recesión, lo que se está perdiendo de vista es adonde va a llegar», señalan. Desde el mundo empresarial advierten de que, en todo caso, se puede hablar de recesión cuando la economía cae más de un trimestre y no tres, como ha afirmado el presidente en funciones.

El candidato del PSOE a las elecciones del 10N considera que «no estamos en ese escenario ni en la economía mundial ni en la economía europea», un día después de que el Fondo Monetario Internacional haya asegurado que la guerra comercial podría suponer para el mundo la pérdida de 700.000 millones de dólares (637.000 millones de euros) sólo en 2020.

«Nosotros somos un Gobierno que hemos dicho siempre lo mismo. Estamos con los ojos abiertos, no podemos caer en la autocomplacencia pero tampoco podemos alarmar innecesariamente a los agentes económicos y sobre todo a los ciudadanos», señala el líder del Ejecutivo en funciones.

El problema es que hay una gran cantidad de indicadores económicos que muestran un enfriamiento: el consumo se ha enfriado y está estancado según los últimos datos del INE, el cierre de septiembre fue el peor para el empleo desde el comienzo de la crisis, la creación de empresas y el capital invertido retrocedió en agosto, la deuda pública sigue creciendo en 115 millones de euros cada día de media, los ERES crecen en la industria y la producción industrial entró en terreno negativo en el último mes con datos disponibles.

Según las previsiones de Funcas o del Consejo General de Economistas, España crecerá ya este año menos de un 2%, concretamente un 1,9%, lo que imposibilita la mejora de las previsiones que tenía prevista el Gobierno en funciones en verano. De hecho, Nadia Calviño, la ministra de Economía, ya reconoce que si fuera necesario tendrá que rebajar las estimaciones oficiales en el próximo cuadro macroeconómico que envíe a Bruselas.

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