Reestructuración bancaria

Sabadell afronta al ERE más difícil por la presión del mercado y los precedentes de CaixaBank y BBVA

Sabadell
César González-Bueno, consejero delegado de Banco Sabadell
Eduardo Segovia
  • Eduardo Segovia
  • Corresponsal de banca y empresas. Doctor y Master en Información Económica. Pasó por El Confidencial y dirigió Bolsamanía. Autor de ‘De los Borbones a los Botines’.

Banco Sabadell inicia este jueves las negociaciones del ERE más complicado de la banca (a la espera del de Unicaja-Liberbank). Por un lado, tiene una enorme presión del mercado para ir más allá de las 1.500 salidas anunciadas en mayo; y por otro, tiene en contra las excepcionales condiciones acordadas en los ERE de CaixaBankBBVA, que ponen el listón muy alto para la entidad que preside Josep Oliu. Los sindicatos ya anuncian una negociación muy dura.

El anuncio de la reducción de plantilla entre 1.200 y 1.500 empleados en la presentación del nuevo plan estratégico del Sabadell fue recibida con un castigo del 6,5% en Bolsa ese día y ahora sigue un 8% por debajo del nivel anterior (aunque la acción ha vuelto a los 0,6 euros después de llegar a perder los 0,5). Los principales analistas señalaron que era un paso en la buena dirección, pero el recorte de costes se quedaba corto y no suponía una transformación del banco.

Eso se traduce en que debería plantear un número aún mayor de salidas  y, en cualquier caso, no puede situarlas por debajo de la parte alta de la horquilla, 1.500. Si la cifra queda por debajo, se arriesga a un nuevo castigo bursátil, que es lo que menos desea el banco en estos momentos. Dicho de otra forma, apenas tiene margen para reducir el número en la negociación con los sindicatos como han hecho CaixaBank y BBVA. No obstante, algunas fuentes sostienen que la presión del mercado desapareció cuando el banco anunció el plan estratégico y que ahora la presión es sobre todo interna para cumplir sus objetivos.

Sabadell no se puede quedar muy lejos de BBVA y CaixaBank

Precisamente, los precedentes de estos dos bancos ponen las cosas todavía más difíciles al Sabadell. No se trata sólo el número de salidas, sino de las condiciones tanto para las bajas incentivadas como para las prejubilaciones, que han sido excepcionalmente buenas en ambos casos (lo que ha permitido acordar los dos ERE con los trabajadores sin demasiados problemas; incluso se han apuntado a ambos procesos más empleados de los previstos).

En el Sabadell consideran que su ERE no es comparable debido a su menor tamaño y, en consecuencia, menores recursos. Pero también son conscientes del peso de estos precedentes para los sindicatos y de que no pueden quedarse muy lejos de las condiciones de BBVA y CaixaBank. Su consejero delegado, César González-Bueno, cuenta para ello con las grandes plusvalías latentes de las carteras de deuda pública del banco, cosechadas por la estrategia de su anterior director financiero, Tomás Varela.

En cualquier caso, la negociación se presenta muy dura. Comisiones Obreras (el sindicato mayoritario en banca) ha emitido un comunicado en el que sostiene que «cree firmemente que NO hay razones para plantear un ERE en Banco Sabadell», ni económicas (el banco tiene beneficios y va a recuperar el dividendo), ni técnicas, ni productivas (la gestión de los fondos europeos mantendrá la carga de trabajo de los créditos ICO y las moratorias) ni organizativas (de hecho, niega que la digitalización de los clientes sea tan generalizada como defiende el banco).

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