Relojes de alta gama y ‘afiches’, dos tendencias en el mundo del arte que cotizan al alza
La casa de subastas Barnebys lo tiene claro. Los relojes de alta gama están sacudiendo el mercado de un tiempo a esta parte. Ya sea por su marca ya por el que fuera su propietario, pero la verdad es que muchos relojes están superando en cuantía el precio de una obra de arte. Hay quien lo justifica diciendo que no te puedes llevar un cuadro a la calle colgado del cuello para que lo vean los demás pero un reloj es el complemento ideal al que ansía todo hombre de gusto.
A Salvador Dalí con sus relojes líquidos el concepto del tiempo le fascinaba y así lo plasmaba en muchas de sus obras, algunas de ellas las más conocidas. También hay artistas que buscan detrás de los relojes la posibilidad de trascender en el tiempo o simplemente como una expresión de belleza. En cualquier caso hay que reconocer que hay diseñadores, grabadores, escultores, joyeros y especialistas del esmalte que hacen de los relojes auténticas obras de arte que se exponen como tales en los museos de todo el mundo.
Para los especialistas, hay relojes que emplean obras de arte reducidas a miniatura que decoran sus esferas y que sólo unas manos expertas y una visión muy aguda permiten realizar. A veces, se requieren más de 200 horas de trabajo para construir según qué piezas.
Por ello, desde el Renacimiento grandes artesanos han querido plasmar las necesidades del hombre, pues el sentido de un reloj, dicen los expertos, es que cada vez que un individuo mira a su muñeca, el propietario no sólo ve indicios de flechas, sino también consigue un recordatorio del poder creativo de la mente.
Por todo esto, los relojes antiguos siempre han sido objeto de deseo para un coleccionista pues son caros por ser artesanales. Después, los relojeros se esforzaban en mostrar lo mejor de lo que son capaces y los propietarios de un reloj de este tipo tratan de que estén en perfecto estado de funcionamiento. Si el modelo es de una prestigiosa marca o de un relojero reconocido su valor puede dispararse.
Por ejemplo, el fabricante de relojes suizos Bovet es muy reconocido por la decoración de sus piezas y es imposible obviar esta firma si se habla de pintura al esmalte. Este fabricante solía poner en sus diales reproducciones de animales, pájaros, flores, pinturas de artistas famosos, geishas japonesas y dragones.
Si son ustedes unos coleccionistas más modestos existen Rolex o Patek Philippe que nunca pierden su valor y firmas cuya complejidad de maquinaria hace que sus modelos superen los cientos de miles de euros.
Los ‘afiches’ también en auge
También antes hablábamos del auge que está teniendo el mundo del papel en sus diferentes versiones; cartelismo, cómics, dibujos originales. Prueba de ello es que hay ahora mismo 16 galerías de arte en Barcelona celebrando diferentes exposiciones al respecto. Tanto en Europa como en los Estados Unidos se está viendo que las subastas de ‘afiches’ se disparan hasta superar los miles de euros.
Sin ir mas lejos Swann Galleries celebra frecuentes subastas de cartelismo y obra gráfica mientras que desde Nueva York, Nicholas Lowry se erige como uno de los expertos sobre el arte del papel. En España hemos tenido grandes maestros del cartel, del Modernismo y también del dibujo y del cómic, aunque este legado no se ha vendido bien. Hay ventas pero no una industria como ocurre en Francia o en USA, tanto del cómic franco-belga como del americano.
Temas:
- Arte
- Subastas
- Subastas de arte