La reforma de las pensiones que plantea Sánchez forzaría una intervención de Bruselas
El programa de Gobierno con el que Pedro Sánchez quiere conseguir la investidura podría asestar un golpe importante en la débil situación económica de España, como han alertado organismos como la CEOE, el Círculo de Empresarios o los economistas. Pero especialmente pondría en jaque la estabilidad financiera de la Seguridad Social, que es uno de los pilares más inestables del Estado del Bienestar actual.
Los expertos consultados por OKDIARIO concluyen que, de llevarse a cabo las medidas que plantea el PSOE, se produciría una intervención de Bruselas y los mercados castigarían durante a España en los mercados de deuda, que se encuentran «dopados» por los estímulos actuales (y los que están por venir) del Banco Central Europeo (BCE).
La propuesta del PSOE sobre las pensiones es la siguiente: la actualización de las pensiones de acuerdo con la evolución del IPC real, aumentando en mayor medida las pensiones mínimas y las no contributivas, la eliminación del Factor de Sostenibilidad y del Índice de Revalorización del Sistema de Pensiones de la Seguridad Social previstos en la Ley 23/2013, y revisar el sistema de cobertura de lagunas para que no salgan perjudicadas a la hora de cobrar la pensión las personas con carreras profesionales irregulares.
Todas estas medidas, que implican revertir todas las reformas impulsadas hasta la fecha para garantizar la sostenibilidad del sistema a largo plazo, se pagarían con recursos sin concretar: la lucha contra el fraude fiscal y la economía sumergida, la reordenación de las deducciones y la redefinición de las fuentes de financiación, que es básicamente mover dinero de una caja a otra en la Administración General del Estado.
José Antonio Herce, socio director de Afi, explica que «o se indexan las pensiones con el IPC o no se indexan, pero no se pueden hacer las dos cosas a la vez», en referencia a la propuesta del PSOE de vincular las pensiones contributivas al IPC real y que las pensiones más bajas suban más que la inflación. “Revertir por completo la reforma de 2013 invita a Bruselas a que nos llamen y a los mercados a que suba la prima de riesgo», afirma. Este experto apunta, además, que el factor de sostenibilidad ayuda a compensar el avance de la esperanza de vida y que el “sistema de cobertura de lagunas de la Seguridad Social es uno de los más generosos” de las economías desarrolladas.
Herce no cree que pueda hablarse de quiebra del sistema de pensiones porque la Seguridad Social tiene ingresos estables por medio de las cotizaciones sociales, pero sí de “creciente insuficiencia financiera” y esto también penaliza a los mercados. Medidas como las planteadas por Pedro Sánchez para la Seguridad Social aumentan la deuda futura, lo que llevaría a “recomendaciones de obligado cumplimiento» por parte de las autoridades comunitarias.
Francisco Vidal, economista jefe de Intermoney, explica que “lo importante es mirar el medio largo plazo y que esta reversión de las reformas se paga en los momentos de crisis, cuando los inversores están más susceptibles y no asumen riesgos”. Remarca que, aunque es cierto que actualmente los mercados de deuda están influenciados por la política de estímulos, establecer de nuevo la actualización de las pensiones con el IPC puede eliminar ahorros importantes a largo plazo, como aseguraba el gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos, cuando ocupaba la Dirección General de Economía y Estadística del supervisor, antes de ser nombrado gobernador.
Hernández de Cos daba las siguientes recetas en abril de 2018: “Las reformas de 2011 y 2013 han avanzado sustancialmente en el objetivo de garantizar la sostenibilidad del sistema de pensiones en el largo plazo”. A su juicio, “en ausencia de nuevos recursos en el sistema, el ajuste se produce a través, principalmente, de la tasa de sustitución” que se produciría sobre todo a partir de la operativa del nuevo mecanismo de indexación de las pensiones. Este último aspecto, que el actual gobernador del Banco de España veía tan importante, lo quiere eliminar el presidente Pedro Sánchez. Hernández de Cos también menciona la “importancia de mantener un mecanismo automático que garantice el equilibrio financiero» y que resulta crucial asegurar «la transparencia del sistema”.
Según el economista, los retos de envejecimiento poblacional deben afrontarse desde una estrategia amplia que contemple el proceso de consolidación fiscal y un avance en las reformas estructurales que permitan mejorar el empleo y la productividad.
José García Montalvo, profesor de Economía de la Universitat Pompeu Fabra (UPF), cree que mirar la pirámide de población asusta y advierte de que no hay ninguna fórmula para afrontar los desafíos del sistema de pensiones “con pequeños cambios”. “Hace falta una reforma estructural mucho más profunda”, remarca. A su juicio, “volver a indexar las pensiones al IPC va a complicar el problema”. “El gasto se dispara cada mes y se alcanzan nuevos récord”, recuerda. Entre las fórmulas para el futuro, considera que habría que estudiar la ampliación de la edad de jubilación, teniendo en cuenta que “es incomprensible que una edad de jubilación que se planteó a principios del siglo XX siga siendo como un tótem”.
“¿Si la gente quiere trabajar más por qué no se le deja trabajar más?”, se pregunta matizando que hay sectores y trabajos más administrativos en los que sí que es posible seguir trabajando más allá de los 65 años. También cree que habría que estudiar medidas como traer inmigrantes o los incentivos a la natalidad, aunque habría que estudiar los pros y los contras de cada una de las medidas que se aprueben. En definitiva, habrá que preguntarse si la jubilación como la hemos pensado en los últimos 120 años es factible para una sociedad muy distinta.