¿Qué implicaciones tiene el precio del petróleo en las bolsas?
En un principio, se podría pensar que la caída del precio del crudo debería ser positiva para los inversores. En teoría, si el precio del petróleo es menor, entonces aquellas actividades que lo utilizan, ya sea de una forma más o menos intensiva, se verían beneficiadas por este hecho, ya que tendrían que asumir menos costes.
De la misma forma, los consumidores verían como se rebaja el coste de desplazamiento u otros y dispondrían de más capacidad adquisitiva para comprar y consumir. Por lo tanto, las empresas conseguirían más ventas y mayores beneficios. Entonces, ¿por qué la bolsa está registrando unas bajadas tan importantes los últimos días? ¿Qué relación hay entre este hecho y el descenso del precio del crudo?
¿Cómo impacta el precio del crudo en la bolsa?
Desde hace unos meses, el precio del petróleo ha ido bajando de forma sostenida. La última noticia que ha impulsado un descenso aún más notable ha sido el fin de las sanciones comerciales que hace años se impusieron a Irán. A cambio del cumplimiento de una serie de compromisos, el país asiático puede entrar al mercado exportando y vendiendo petróleo (este país tiene la cuarta reserva mundial más grande de petróleo). No nos encontrábamos ante un precio tan bajo desde 2003. ¡Se ha llegado a niveles inferiores a los 28 dólares!
A medida que el crudo bajaba de precio, también lo hacían los principales índices bursátiles de todo el mundo. ¿A qué es debida esta correlación? A los siguientes motivos:
Oferta más alta que la demanda
Las expectativas económicas de las economías china y europea, muy demandantes de petróleo, son peores de las esperadas. Por lo tanto, consecuencia del miedo por un exceso de oferta, los precios caen. La entrada de un nuevo país en el apartado de la oferta aviva aún más esta diferencia, por lo que se acentúa este exceso y provoca, como consecuencia, la caída de los mercados por la previsión de menor crecimiento económico del previsto.
Batallas políticas
Los costes de extracción del petróleo no son los mismos para todos los países de la OPEP. Es más, al actual precio, a pocas economías les sale a cuenta desarrollar esta actividad. Por lo tanto, desde un punto de vista de “eliminar la competencia”, a países como Arabia Saudí (que tiene que soportar unos costes bajos y, además, dispone de reservas de ahorros en sus finanzas públicas), pueden permitirse el lujo de presentarse en el mercado con estos precios.
Impacto directo en las compañías petrolíferas
Evidentemente, las empresas que se dedican a esta actividad, consecuencia de la bajada de los precios, ven reducida su capacidad de generar margen sobre beneficios. Por lo tanto, su valor en bolsa cae.
Peligro de deflación
De la misma forma que es perjudicial que los precios suban de una forma exagerada, también lo es que caigan. A precios más bajos, las empresas no consiguen suficiente margen y se ven obligadas a reducir su actividad. Entonces, tienen menos beneficios y hasta se ven obligados a despedir a personal.
Consecuentemente, las personas tienen menos capacidad adquisitiva, compran menos y las empresas también ingresan menos, de forma que se genera una rueda destructiva difícil de parar. Todo ello, acompañado de menos ingresos públicos pero mayores necesidades de prestaciones por las dificultades de personas y empresas.
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