¿Por qué el Ibex 35 sigue en los 8.900 puntos pero con dividendos se acerca a máximos históricos?
El Ibex 35 se mantiene en torno a los 8.900 puntos, muy lejos de sus máximos históricos, los 15.945 enteros que marcó el 8 de noviembre de 2007. Exactamente, el selectivo de la Bolsa española se encuentra un 80% por debajo de ese nivel. Sin embargo, el índice que tiene en cuenta los dividendos que pagan las compañías cotizadas está próximo a alcanzar cotas nunca vistas, muy cerca del récord de febrero de 2020.
El Ibex 35 con dividendos, o Ibex 35 Total Return, es el índice que refleja la rentabilidad absoluta de los componentes del selectivo al absorber la rentabilidad ofrecida por estos abonos que realizan las compañías. En esencia, refleja el valor de la retribución al accionista si las cotizadas no hubieran repartido esa parte de sus beneficios, si no que lo hubieran usado para crecer o reinvertir en su actividad.
En la actualidad, este indicador supera los 27.300 puntos, a sólo un 8% de los máximos que marcó justo antes del estallido de la pandemia de coronavirus. Así, el Ibex 35 tiene un valor inferior a su homólogo con dividendos porque no tiene en cuenta la rentabilidad que estos generan, más bien todo lo contrario, ya que las cuantías son descontadas del precio de las acciones en el momento del pago. El selectivo español es “el índice del mundo que más dividendos paga en términos relativos, mientras que otros índices, tienen mucha menos diferencia entre su Total Return y el indicador generalista”, explica Dario García, analista de XTB.
La gran divergencia entre uno y otro índice está provocada por la acumulación de ese efecto. De hecho, el diferencial podría seguir incrementándose con el paso del tiempo si las compañías que los forman mantienen una política de retribución por dividendos agresiva. Y las valoraciones así lo indican. “La expectativa del pago de dividendos de la banca para septiembre debería reflejar un incremento diferencial entre ambos índices», indica el mismo experto.
Como los dividendos salen de los resultados de las compañías, salvo en algunos casos como el del Dax alemán, los índices bursátiles no recogen la remuneración al accionista. «El índice generalista refleja la realidad bursátil de su mercado de referencia, otra cosa es que queramos ver cuál sería la valoración del índice si no se hubieran pagado dividendos, o se hubieran reinvertido en la acción», añade García.
Rentabilidad y valor
Desde 2010, el Ibex 35 con dividendos ha obtenido rentabilidades positivas en seis ejercicios, por las cuatro subidas anuales del índice que no tiene en cuenta el reparto entre los accionistas de los beneficios de las empresas. Además, en los periodos negativos las caídas del Total Return han sido siempre inferiores, mientras que las subidas también son más amplias. Por ejemplo, el indicador tradicional perdió un 15,45% en 2020, ejercicio marcado por la pandemia, mientras el descenso se reduce al 12,05% con dividendos. En 2013, el mejor periodo de los últimos años, el selectivo tradicional subió un 21,42%. Con dividendos, el 27,75%.
Según García, «lo que refleja el diferencial entre un índice y el otro es la «pérdida» de valor debido al pago del dividendo, pero no la rentabilidad en sentido estricto, aunque el diferencial relativo podría usarse como una valoración «sucia» de la rentabilidad media del dividendo en el Ibex 35, aproximadamente del 3%». En su opinión, el menor interés de los pequeños inversores por este índice se debe a que «no refleja la realidad bursátil del mercado español», con la única utilidad de ser la referencia de fondos de inversión o ETFs que tengan esa política de inversión.