Frenazo económico

¿Qué está ocurriendo con la economía?

La economía se desacelera, los países comienzan a moderar sus ritmos de crecimiento mientras todos los medios y organismos hablan de crisis. ¿Qué problemas están afectando al escenario económico global?

¿Qué está ocurriendo con la economía?

La economía se desacelera por minutos, la curva de tipos en los Estados Unidos, uno de los mejores indicadores para predecir las recesiones y que venía aplanándose desde 2015, ya ha sufrido su completa inversión, los niveles de deuda de las economías desarrolladas, así como los niveles de deuda global, rozan máximos históricos y las tensiones diplomáticas y comerciales siguen bloqueando el mayor motor de crecimiento económico.

En resumidas cuentas, todo lo mencionado en el párrafo anterior constituye la actualidad que vive el escenario político y económico a nivel global. Los crecimientos de aquellas economías más desarrolladas, como hemos dicho, han comenzado a desacelerarse. Aquellos crecimientos más impulsados ya muestran detalles de moderación, vislumbrando en el horizonte los signos de una posible recesión.

Como añadido, las economías emergentes, al igual que las desarrolladas, también han presentado correcciones en sus ritmos de crecimiento. Las duras condiciones de financiación, así como su gran dependencia de las materias primas ha acabado por reajustar los ritmos de crecimiento a la baja. Teniendo en cuenta el gran aporte de estas al crecimiento económico global, la caída en sus crecimientos –moderación en muchos casos- empieza a afectar en el PIB mundial.

Por otro lado, para Estados Unidos, especialmente para Donald Trump, las fronteras permanecerán cerradas al comercio el tiempo que haga falta, pues el presidente considera que no es momento de resolver sus tensiones con el Gobierno chino, que espera expectante las reuniones con Washington para devolver la estabilidad al comercio global.

Tampoco debemos olvidarnos los auges separatistas. Con May fuera de combate, el ‘Brexit’ ha quedado a la deriva sin un líder confiable que lo reconduzca. A Reino Unido se le acaban las opciones para lograr una salida con acuerdo estructurado. Mientras, Goldman Sachs advierte de que este proceso de salida, dándose como se ha dado, ya recorta un 2,5% del Producto Interior Bruto británico.

A su vez, si nos basamos en los problemas que sufre la Unión Europea, el ‘Brexit’ no es el único calentamiento de cabeza que sufren los mandatarios europeos en Bruselas. Los elevados niveles de deuda que poseen países como Italia, donde la deuda representa más del 130% sobre el PIB, o España, donde la deuda se modera un poco, pero sigue representando un 98% del PIB, reflejan grandes vulnerabilidades para algunos países de la zona euro; los cuales, de no reducir sus niveles de deuda y cumplir con los pactos de estabilidad, podrían verse envueltos en problemas de precisar una refinanciación de su deuda.

Los gobiernos de España e Italia plantean el aumento del gasto público como incentivo para el crecimiento y provocarán problemas a largo plazo por elevar la deuda pública

Aun así, los Gobiernos de España e Italia plantean políticas expansivas para sus legislaturas. Aunque en el caso de España se acabe ya, ambos gobiernos plantean el aumento del gasto público como incentivo para el crecimiento económico. Unas medidas que no son muy funcionales en el largo plazo y de las que ya se conoce el desenlace. Como ya se ha advertido, estas incoherencias elevarán la deuda pública, provocando problemas a largo plazo para ambos países.

Si a esto le sumamos la desaceleración que sufre la economía europea y, en especial, la economía alemana –su economía más potente-, los problemas para Europa no son pequeños. Razón por la que el Banco Central Europeo ha adoptado las nuevas medidas y ese cambio en la política de comunicación para no llevar a cabo las alzas previstas en los tipos de interés y no asfixiar, con ello, a la economía europea.

La curva de tipos alerta de una recesión

Volviendo nuevamente a la tierra prometida, la curva de tipos en los Estados Unidos siembra el pánico en Wall Street. Los rendimientos de los bonos a corto plazo, es decir, aquellos que producen rendimientos en un periodo inferior a un año, ya superan los rendimientos que proporcionan los bonos a largo plazo, es decir, aquellos en los que el periodo de pago es superior a un año.

Este efecto en la curva de tipos, en las últimas recesiones, ha sido uno de los mejores indicadores y anticipadores de recesión económica. Aunque muchos economistas se respalden en teorías como la de los cambios que ha sufrido la deuda soberana en Estados Unidos, los tambores de recesión amenazan a unos inversores que se muestran inquietos, a la vez de expectantes, a lo que ocurrirá en un plazo de nueva a veinticinco meses; lo que tarda en llegar la recesión, en teoría, tras invertirse la curva.

A su vez, la batalla entre China y Estados Unidos sigue acechando la economía norteamericana. El comercio global sigue en manos de nadie y el Presidente Donald Trump no quiere ceder ante las posibles exigencias de Pekín. La cumbre se ha pronosticado en dos ocasiones y aún no se ha dado. Las últimas declaraciones del Presidente Trump anunciaban una prorroga indefinida en las negociaciones, por lo que la normalidad para el comercio global se aplazará indefinidamente.

Unas declaraciones a tener muy en cuenta, más aún cuando organismos como el Fondo Monetario Internacional o el Foro Económico Mundial han solicitado la normalización del comercio global para seguir promoviendo el crecimiento económico. Según los organismos, el crecimiento económico global irá más condicionado al cooperativismo global que nunca, por lo que un bloqueo en el comercio global, siendo este un gran motor de crecimiento, agrava la situación económica que vive el planeta.

En resumidas cuentas, estos son los principales problemas que se plantean en el escenario económico y político para estos meses. Unos problemas que requieren de soluciones coherentes y eficientes, ya que de lo contrario, podrían sembrar el caos económico allá por donde pasen. La recesión global acecha, los ritmos de crecimiento, incluyendo el crecimiento económico global, comienzan a moderarse de una forma muy pronunciada, por lo que los tambores de recesión ya empiezan a escucharse en el horizonte; aunque algunos no quieran – o no les interese- escucharlos.

Francisco Coll Morales es economista y analista del Foro Económico Mundial.

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