Las patronales de agricultores se oponen a reducir la jornada: «Díaz nos sube los costes por decreto»
Las principales asociaciones de agricultores se oponen a la reducción de la jornada laboral que quiere imponer la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, sin haber alcanzo un acuerdo con el sector. Los productores agrarios consideran que esta medida provoca que los problemas del campo se agraven y supone una subida salarial encubierta impuesta «por decreto». En concreto, el Gobierno quiere reducir el tiempo de trabajo semanal desde las 40 horas hasta las 37,5 horas, es decir, media hora por día.
«No deja de ser una subida salarial encubierta», asegura Luis Cortés, líder de Unión de Uniones, la segunda asociación agraria más representativa de España. «Todo lo que sea bajar el número de horas sin modificar el salario es una subida salarial que en ciertos sectores afectará menos, pero en el agrario se une al 40% de subida de los sueldos que hemos tenido a través del incremento del salario mínimo interprofesional (SMI), que es el que más se aplica», denuncia.
Los agricultores se oponen a la jornada
Es decir, Cortés considera que la subida del SMI ya ha supuesto un importante impacto en las cuentas de las explotaciones agrarias, por lo que reducir la jornada tendrá un efecto similar que, dadas las políticas que ya se han tomado, sólo incidirá en la mala situación del campo.
Juan José Álvarez, secretario de organización de la española Asociación Agraria de Jóvenes Agricultores (Asaja), comparte la misma visión que Cortés: «La reducción de jornada supone un incremento de costes, al cual no podemos hacer frente con la subida ya añadida del salario mínimo de los últimos cinco años, de un 54%. Por ello, es inasumible tal y como estamos en este momento en el campo».
«Al final, llegamos a la conclusión de que vía decreto nos están subiendo los costes», lamenta Cortés. «Los costes salariales van a subir más de un 50% en los últimos cuatro años. Esto es inviable porque, como decíamos cuando nos manifestábamos, la rentabilidad del sector agrario está muy ajustada. De hecho, muchas veces vendemos a pérdidas», expone.
Es más, el líder de Unión de Uniones denuncia «la falta de diálogo» de Yolanda Díaz con el sector agrario: «Solamente se relaciona a través de la CEOE, en donde no está representado nuestro sector. Eso sí, estamos de acuerdo con la CEOE en que posiblemente esta reducción horaria es discriminación por no tener en cuenta la especificidad de cada sector».
Otras consecuencias de reducir la jornada
Álvarez asegura que el sector ya tiene «dificultad para encontrar mano de obra» con las circunstancias actuales. «La reducción de la jornada acentúa todavía más este problema», asegura. Es decir, disminuir las horas laborales conllevaría la necesidad de más contrataciones, algo que no se está dando en la actualidad.
Aparte de eso, «hay un tema muy importante que no hay que obviar», advierte el representante de Asaja, y es que «la reducción de la jornada va a romper el equilibrio interno de la negociación colectiva de los convenios colectivos».
«Es decir, toda negociación que ya se ha hecho en las provincias, los convenios y los que faltan todavía por negociar, se va a romper de alguna forma», alerta. «Tenemos una reforma laboral que ha sido un bodrio para el sector agrario, el cual destaca por la temporalidad, y no podemos hacer contratos temporales, sino que tenemos que hacer a todo el mundo fijo-discontinuo», lamenta.
Al igual que Cortés, Álvarez considera que Yolanda Díaz no tiene en cuenta a los agricultores: «Aquí el Ministerio de Trabajo vuelve a ignorar al campo español con una normativa que va a ser perjudicial a los intereses de los agricultores y ganaderos».
Es decir, los representantes de los agricultores insisten en que las reiteradas reformas de Yolanda Díaz no han parado de causar problemas graves en sus cuentas y que, según parece, la ministra no tiene intención de cesar en su empeño.
El sector agrario ha sido uno de los más afectados por las constantes subidas del SMI que la política gallega ha llevado a cabo sin escuchar a los empresarios. Además, la reforma laboral que restringe la temporalidad influye enormemente en un sector conocido por estar sometido a los vaivenes de las estaciones y a las inclemencias meteorológicas. Por todo ello, los agricultores también se oponen a reducir la jornada.