Nvidia se hunde pese a presentar buenos resultados: la guerra comercial impacta en sus centros de datos
El último de los Siete Magníficos en presentar resultados desafía a los mercados y pagará un dividendo de 0,01 dólares por título desde octubre
Los ingresos se disparan hasta los 46.743 millones de dólares aunque la compañía admite que su "posición competitiva se ha visto perjudicada" por la guerra comercial

El evento financiero subrayado en todos los calendarios de los inversores ha llegado: la presentación trimestral de las cuentas de Nvidia, el gigante de los microchips que se ha convertido en la compañía más valiosa del mundo, con un valor de cuatro billones de dólares (equivalente a 3,4 billones de euros). Y este año, la apuesta inverosímil en la inteligencia artificial generativa (IA) no ha llegado a la altura del listón que fijaron los inversores. Aunque el beneficio de la compañía de microprocesadores se ha disparado un 59% en el último trimestre, el segmento de centros de datos de IA ha caído por debajo de las expectativas de los analistas. Esto se ha trasladado a una oleada de ventas generalizadas de los títulos de Nvidia, que caen un 2% en el parqué de Nueva York esta noche.
Uno de los comentarios que ha espantado al mercado más, fue oculto en el folleto 10Q que la compañía presenta ante la Comisión de Bolsa y Valores (SEC). Estos comentarios han puesto en manifiesto las presiones políticas sobre la compañía. «Nuestra posición competitiva se ha visto perjudicada por los controles de exportación» ha admitido la empresa, refiriéndose a las restricciones que la Casa Blanca ha puesto sobre las exportaciones de los chips H20 a China. «Y nuestra posición competitiva y resultados a futuro podrían verse aún más perjudicados a largo plazo si se producen nuevos cambios en los controles a la exportación del Gobierno de Estados Unidos».
La compañía ahora prevé que facturará 54.000 millones en el próximo trimestre, por debajo de los 60.000 millones aspirados por los analistas. Esto ha dado fuelle a temores de que el gasto en la IA esté perdiendo rumbo. Para poner las cifras en contexto, esta compañía equivale el 8,1% del total de todo el S&P 500, uno de los principales índices de Wall Street y el evento mueve los mercados con tanta conmoción que sido bautizado como la Navidad de Wall Street.
El fruto del último trimestre ha puesto en duda la solidez de la demanda por la inteligencia artificial generativa (IA), marcado sobre todo por un periodo que ha sido protagonizado por los vaivenes comerciales de la Casa Blanca. En concreto, las restricciones cambiantes de Washington con respecto a la exportación de sus microchips H20 de la gama IA a Pekín, ha supuesto un agujero en las cuentas de Nvidia.
El consejero delegado de la compañía, Jensen Huang, puso fin a las turbulencias comerciales tras viajar a Washington para negociar una exención a las restricciones, aunque lamentablemente esas exenciones no se han materializado durante este periodo. Las condiciones de la Casa Blanca incluían que ellos se llevaban un 15% de los ingresos. «No hubo ventas de H20 a clientes con sede en China durante el segundo trimestre» notó la compañía en una nota a inversores este miércoles. «Nvidia se benefició de una liberación de 180 millones de dólares de inventario H20 de pedidos previos, procedentes de aproximadamente 650 millones de dólares en ventas H20 sin restricciones a clientes fuera de China».
El consenso entre las casas de análisis era que Nvidia iba a volver a superar incluso sus propias expectativas. Entre los 56 analistas que siguen con frecuencia a las acciones de la compañía, fijan al precio medio de las acciones de Nvidia en los 194,2 dólares (167,2 euros) de los 181,6 dólares (156,4 euros) por título actuales. Los estrategas confían cada vez más en la varita mágica de la compañía que preside Jensen Huang y cada vez vuelven a dejar las expectativas más altas para la tecnológica.
Eso sí, la inteligencia artificial sigue moviendo a los mercados. Cambricon Technologies, uno de los competidores chinos de Nvidia, también presentó resultados asombrosos: disparó el crecimiento de sus ingresos operativos por encima del 4.000% en tan sólo un trimestre. Esta cifra se trasladó a un beneficio neto que aumentó en 124 millones de euros, un cambio notable de los 64 millones de euros en pérdidas que registró al año anterior.
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