La nueva variante hunde a las pescaderías: registran una caída de hasta el 30% de las ventas en Navidad
La Navidad es la época de con mayor volumen de ventas para las pescaderías: las reuniones familiares, así como cenas y comidas de empresa disparan de manera exponencial la demanda de pescados y mariscos. Sin embargo, este año, el auge de los contagios ha limitado las reuniones familiares y se han producido una oleada de cancelaciones de pedidos, reduciendo hasta un 30% las ventas de las pescaderías en Navidad.
Pasearse por un mercado el día de Nochebuena era todo un drama. Bandejas llenas de pescados y mariscos típicos de las comidas y cenas de estas fechas tan señaladas se contraponían a la escasa afluencia de clientes que realizaban sus últimas compras. Una situación que ha hecho que de manera generalizada en toda España las ventas se hayan reducido considerablemente en comparación con otros años, incluido el año de la pandemia.
«Las cancelaciones nos han hecho mucho daño. Durante las primeras semanas las reservas y las ventas vaticinaban un año bastante mejor que el anterior. Sin embargo, las noticias sobre la expansión de la nueva variante y su alta tasa de contagios -que se han ido publicando a pocos días de la Navidad- han hecho que las ventas sean bastante más flojas que en 2020, el año de la pandemia» señala Francisco Abad, presidente de la Federación Nacional de Asociaciones Provinciales de Empresarios Detallistas de Pescados y Productos Congelados (Fedepesca).
Vigo, Bilbao, Algeciras, Cataluña, Soria, Sevilla, Valladolid o Madrid son algunas de las ciudades que han experimentado caídas pronunciadas en sus ventas, dando la puntilla al sector en uno de sus momentos de mayor actividad. Esta caída -de hasta el 30% en algunas de estas ciudades- trae consigo otra problemática: la venta de pescado fresco.
Y es que, aunque algunos pescados y mariscos pueden congelarse para volver a ofertarse de cara a Nochevieja y Año Nuevo, ya no pueden ser catalogados como pescado fresco, por lo que los pescaderos se ven obligados a bajar los precios para dar salida a esos productos que no han conseguido vender en Navidad. «Piezas como el centollo gallego, que se vende fresco, no puedes congelarlas y venderlas, porque estarías cobrando un precio muy elevado por productos que son congelados. De esta forma, muchas pescaderías se ven obligadas a venderlo por la mitad para no perder todos los ingresos de esos productos que no han conseguido colocarse previamente» apostilla Abad.
Una situación que ante el aumento de los costes, como el transporte y la energía, hace un agujero en la facturación de estas empresas que confiaban en las ventas de fin de año para salvar la temporada. Tal y como explica a OKDIARIO el presidente de Fedepesca, estas cancelaciones se han saldado con otra víctima: la hostelería. Y es que, ante la amenaza que suponía para el sector la huelga de camioneros anunciada por la patronal de transporte, muchos bares y restaurantes se «cargaron» de provisiones de pescados y mariscos para poder abastecer la demanda de cenas y comidas. Sin embargo, y con casi el 80% de las reuniones familiares y de empresas en restaurantes canceladas, todo ese producto se ha quedado sin vender, lastrando los ingresos de estas empresas.
Desde Fedepesca señalan que ha sido un batacazo para el sector, que confía en una mejora de las ventas para este fin de semana, con el objetivo de dar salida al producto y no terminar una de sus mejores temporadas en números rojos.