Monte de Piedad: la empresa más antigua de Madrid con 315 años de empeños

Monte de Piedad
Fachada de Monte de Piedad de Madrid (Foto: Monte de Piedad)

En 1702 el Padre Piquer levantó sus cimientos en la madrileña Plaza de las Descalzas. El Monte Piedad de Madrid nacía con una necesidad: dar la oportunidad a la clase más pobre de la capital de empeñar sus pertenencias para obtener una suma de dinero a cambio y así, cubrir sus necesidades más básicas.

«Su labor era luchar contra la usura proporcionando pequeños créditos a intereses bajísimos. De hecho en sus comienzos no había tipo de interés sino la voluntad», cuenta a OKDIARIO Gema Yenes, subdirectora de Monte de Piedad desde hace casi 30 años.

Cuenta la leyenda que, en 1838, año en el que pasa a ser una Caja de Ahorros, la reina María Cristina de Borbón-Dos Sicilias se da cuenta de que la gente no tenía donde guardar su dinero porque no había cultura de ahorro. Viendo que España crecía económicamente a pasos agigantados, encargó al Marqués viudo de Pontejos que fundara la Caja de Ahorros de Madrid. Aunque en la historia oficial la reina no tiene cabida, hay algo común en la versión oficial y la romántica: fomentar la riqueza, el ahorro y seguir siendo el colchón de la clase «menos acomodada» del pueblo.

Objetos de coleccionista en Monte de Piedad

Por esta casa han pasado auténticos artículos de coleccionista: «máquinas de coser antiguas, los primeros proyectores, abrigos de piel, el traje de los domingos, las vajillas o sábanas de los ajuares, aunque lo más abundante eran cosas cotidianas». Todos eran empeñados, pero en el Monte había un lema: el rescate. «Todo lo que tuviera un valor para el cliente, lo tenía para nosotros. Nunca estuvo en nuestra mente quedarnos con nada, lo que queríamos y deseamos es que todo se recuperara, con lo cual lo importante es que estuviera en buen estado», explica Gema.

Hoy, 315 años después Monte de Piedad sigue siendo un lugar donde se puede obtener un dinero rápido y fácil, a un interés de entre el 5% y el 8,2%. Aunque ahora tenga página web y esté completamente integrada en el siglo XXI, su labor es la misma: «muchos de nuestros clientes nos usan como medio para pasar un pico de falta de liquidez como puede ser un arreglo inesperado de un coche o por llegar a final de mes en la cuesta de enero. Hay que tener en cuenta que aunque nos parezca muy fácil pagarlo todo con tarjeta, fraccionar pagos o pedir pequeños préstamos personales, la ventaja principal de nuestro préstamo es la inmediatez, facilidad de acceso al préstamo y que es bastante más barato que los créditos personales al uso», asegura la subdirectora.

Por sus instalaciones, apunta, han visto pasar generaciones enteras que «heredan» las joyas y costumbres de sus familiares.

Son más de 60.000 clientes los que tiene Monte de Piedad a día de hoy, pero habrán cruzado sus puertas millones de personas. «Todo Madrid ha pasado por aquí, llegamos a tener 10 oficinas abiertas y con préstamos de todo tipo».

88 millones en préstamos

Durante la crisis, el Monte de Piedad resucitó y llegaron a conceder cerda de 90 millones de euros al año. Actualmente, se alejan ligeramente de este dato, ya que al año han concedido casi 88 millones «con una media de 150.000 operaciones al año».

El 100% del beneficio de estas operaciones tiene una connotación social: va a parar a organizaciones, centros culturales, escuelas infantiles, colegios, espacios para mayores, bibliotecas y centros de empleo. «Cada año se destinan unos 13 millones de euros a actividades sociales de la Fundación Montemadrid», señala Gema.

El dinero que se obtiene de la operación, por tanto, repercute directamente en sus clientes: «el 97% recupera sus joyas y el 3% es el que, por circunstancias, decide no pagar y se subasta».

Monte de Piedad
Tasadora de Monte de Piedad (Foto: Monte de Piedad)

Eso sí, hay que estar atento al calendario: Monte de Piedad celebra 10 subastas en todo el año, en diferentes tipos de sesiones. La extraordinaria llega en diciembre, cuando celebran el 315 aniversario.

Lejos quedan esos trajes de domingo o las máquinas de coser antiguas: en la actualidad se subastan «objetos de joyería, platería y relojes de primeras marcas aunque no sean de oro». Y aunque no estén a precio de mercadillo, algunos son bastante asequibles: los precios oscilan entre los 30-40€ a 20.000-30.000€. «Aunque esos son los precios de salida, otra cosa son los precios de remate. Eso siempre va en función de la demanda y sobre todo, de la exclusividad de la pieza», afirma Gema.

Nunca han estado en la sombra, asegura, pero los Montes de Piedad tampoco han sido los lugares elegidos por todo el mundo. Aunque lo que ofrecen es «tan necesario», que por eso, el montepío de Madrid sigue viviendo después de 300 años. Y, no todas las empresas de la capital pueden decir que cuentan con más de tres siglos a su espalda.

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