Los minoritarios de Abengoa tildan de «tomadura de pelo» que los directivos fíen la compañía a TerraMar
La sindicadura de accionistas de Abengoa, que suma el 17% del capital y es el primer accionista de la compañía sevillana, considera una «tomadura de pelo» que los actuales dirigentes de la empresa hayan confiado el futuro de Abengoa a un fondo oportunista, TerraMar. Este fondo, aseguran, es un fondo buitre con un capital social de apenas 10.000 dólares que sólo ha hecho tres operaciones desde que salió al mercado, en 2016, y ninguna relacionada con este sector.
La empresa, que preside Juan Pablo López-Bravo, envió a la CNMV el pasado 17 de marzo un hecho relevante con el plan de salvamento, que implica la solicitud de rescate a la SEPI y de ayudas del ICO y CESCE por más de 400 millones de euros, además de la entrada en el capital de este fondo con un préstamo de 150 millones y una inyección de capital de 50 millones.
Con esa operación, el fondo estadounidense TerraMar terminaría controlando el 70% de Abenewco 1, la filial a la que se han traspasado los activos más valiosos y la actividad de la maltrecha matriz, que el pasado 22 de febrero solicitó el preconcurso de acreedores.
La ministra de Industria, Reyes Maroto, ha señalado este lunes que desconoce el plan presentado por la compañía pero ha abierto la puerta a que el Gobierno rescate la empresa a través de la SEPI si cumplen las condiciones exigidas por este organismo. «Nosotros siempre estamos del lado de la empresa, que es estratégica para España. Ha pedido el rescate a SEPI, si cumple las condiciones, se tomarán las decisiones que correspondan», ha señalado.
«Disparate absoluto»
La sindicatura de accionistas AbengoaShares considera el plan de salvamento presentado a la CNMV «un disparate absoluto», ya que «se solicita hasta 749 millones de dinero público para que un fondo extranjero, que aporta la tercera parte, se quede con el 70% de la compañía».
La sindicadura, que propone como presidente a Clemente Fernández, ex responsables de Amper, denuncia en un comunicado este lunes que se recurra a TerraMar, un fondo «cuyo modus operandi se basa en la deslocalización, despiece y liquidación de las compañías en la que interviene», por lo que se pondría en riesgo no solo el dinero público, sino también 14.000 puestos de trabajo.
«El fondo apenas cuenta con 21 empleados y solo ha realizado tres operaciones desde su creación en 2016, por un valor de apenas 30 millones de dólares (25 millones de euros), y en sectores que nada tienen que ver con el de Abengoa», han asegurado.
Además, la sindicatura de accionistas críticos resalta la «opacidad con la que actúa el fondo» y critican que el futuro de Abengoa se deje en manos de ese fondo.
Al respecto, recuerdan que ellos mismos se comprometieron a aportar nuevos fondos mediante una ampliación de capital de hasta 30 millones y captaron el interés de otros fondos de inversión dispuestos a entrar en la compañía.
Este diario ha publicado, de fuentes bancarias, que el fondo se ha comprometido a no trocear la empresa.
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