Entre Luis Aragonés y Warren Buffett
![Warren Buffett](https://okdiario.com/img/2017/03/18/buffett-655x368.jpg)
En una ocasión, el gran Leonardo da Vinci señalaba que “el agua es la fuerza motriz de toda la naturaleza” y, aunque este gran genio al decir estas palabras se refería a la importancia del agua para la vida, en el caso de los mercados de capitales este “agua”, hoy por hoy, sigue llegando, fundamentalmente, en forma de liquidez promovida por los principales Bancos Centrales. Estos, con sus palabras y acciones, como si se tratara de una ley básica de la aerodinámica, permiten que el “avión de la renta fija y renta variable” no caiga, por ahora, del cielo.
Gracias a esta música, promovida por las políticas monetarias ultraexpansivas que los principales “músicos” del mundo (o batutas invisibles, como apuntaba en el artículo de la pasada semana) siguen interpretando, los mercados de capitales de acciones y de deuda, siguen viviendo en una casi constante “luna de miel” aunque, como en todo enamoramiento, no falten algunos enfados y discusiones más o menos acaloradas (en forma de correcciones), pero que al final, y mientras la música no pare, el amor idílico parece prevalecer.
Ahora bien, como también apuntara el gran compositor y director de orquesta ruso Igor Stravinski: “No basta con oír la música; además hay que verla”. Y es que, tras las últimas intervenciones efectuadas la pasada semana por Jerome Powell y Mario Draghi, la mayoría de inversores esperan una acción rápida en el tiempo y algo contundente para continuar inundando de liquidez el sistema financiero y, con ello, que siga llegando el viento de cola para los mercados y activos financieros de riesgo que contrarreste el ímpetu tuitero de Trump o los datos de desaceleración económica a nivel mundial.
Si la pasada semana hablábamos de la FED, esta semana nos fijamos en nuestro BCE. Nuestra Institución Monetaria, gracias a la actitud mostrada en los últimos años, podríamos calificarlo como de “superhéroe”. Sin embargo, y en mi modesta opinión, no puede ser el titán atlas quien, condenado en este caso por la ineptitud de muchos gobiernos, deba por sí sólo resolver los problemas estructurales que arrastra gran parte de los países de nuestra vieja Europa.
En este sentido, quienes opinan que sólo la actitud de nuestro Banco Central va a solucionar el problema económico de la zona Euro, les diríamos lo que en una ocasión, al parecer, apuntaba el escritor estadounidense Mark Twain: “A veces, beber demasiado es apenas suficiente”. En román paladino: por mucha liquidez que se inyecte al sistema económico y financiero, si en paralelo no se aprueban reformas políticas y económicas de calado, la zona euro seguirá sin despegar como sí lo ha hecho, por ejemplo, la economía estadounidense. Sin embargo, y desde el lado financiero, hay un hecho claro: las políticas monetarias expansivas son “agua bendita” para muchos mercados de capitales.
Por tanto, ¡dinero, dinero y más dinero!…bueno, perdonen, ¡música y más música!. Ahora bien, que esta embriaguez de liquidez no exagere nuestras esperanzas y ganas de danzar y al final degenere en vicios perniciosos para nuestros bolsillos. Es decir, evitemos entrar en un estado de absoluta complacencia que nos haga obviar las realidades económicas y geopolíticas que nos rodean… algunas de las cuales, como el tema del Brexit o las tensiones comerciales, son para preocuparse.
Por tanto, ¿qué aconsejamos en estos instantes?
1.- En el corto plazo, aunque sigamos aprovechando la actual tendencia alcista de los principales mercados de acciones (sobre todo el estadounidense) y gracias a esta fiesta del “to pagao” a la que nos invitan los principales bancos centrales del mundo, sugerimos ser algo prudentes como consecuencia del entorno macroeconómico mundial en el que nos encontramos y que podríamos calificarlo como de stagnation: bajo crecimiento económico a nivel mundial, baja inflación y bajos tipos de interés
Además, nos preocupa que las elevadas expectativas creadas en torno a un posible acuerdo arancelario entre USA y China en la próxima reunión del G20 no se materialice y caiga como “agua fría” sobre los mercados financieros.
2.- Proponemos sobreponderar aquellas zonas geográficas con mayor visibilidad de crecimiento económico. En este sentido, Estados Unidos seguirá siendo nuestro mercado preferido.
3.- Sugerimos seguir apoyándonos en una serie de fondos mixtos globales de gestión activa y patrimonialista. Su flexibilidad y consistencia en la gestión, les hace productos adecuados a la hora de tomar posiciones en determinados mercados y sectores bursátiles, tanto en el contexto actual como en el previsto a corto plazo para los distintos mercados financieros.
4.- Emergentes en pequeñas dosis.
5.- Contar con fondos de deuda privada europea de medio plazo que aproveche el actual entrono desinflacionista y posible nueva ronda de estímulos monetarios por parte del BCE.
El fútbol, como decía el “sabio de Hortaleza”, D. Luis Aragonés, consiste en “ganar, ganar y ganar…, y volver a ganar”. En las inversiones, para lograr el éxito consiste en saber combinar esa gran y emotiva frase de fallecido zapatones con las dos reglas señaladas en su día por el gran inversor Warren Buffett; “La regla número 1 es no perder dinero nunca y la segunda, no olvidar la regla número 1”.