Lidl eliminará el 100% del aceite de palma en su gama de productos bio
En plena guerra contra el aceite de palma, los supermercados ya tienen en el punto de mira a su siguiente víctima: el azúcar. Tras las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud de aplicar medidas para reducir el consumo de bebidas azucaradas por tener graves consecuencias para la salud -puede generar enfermedades como la diabetes y la obesidad o provocar problemas dentales- las cadenas de alimentación siguen su lucha por colocar en sus estantes productos más saludables.
Lidl ha sido la primera en dar el paso: rebajarán de forma progresiva el azúcar en los productos de sus propias marcas, el refresco Freeway y los zumos Solevita. Su objetivo para este año es disminuir este ingrediente en un 33% en sus bebidas azucaradas, lo que equivaldría a eliminar más de 1.000 toneladas de azúcar en su gama de productos en menos de un año, o lo que es lo mismo, 150 millones de terroncitos de azúcar.
En medio de la polémica por los efectos medioambientales y nutricionales del aceite de palma, el director de Compras en España Miguel Paradela ha asegurado que el 95% del surtido de sus productos ecológicos no contiene este ingrediente. Pero la cadena alemana va más allá: promete acabar gradualmente con este componente. «El objetivo para 2017 es eliminarlo totalmente en nuestro surtido de artículos bio y reducirlo progresivamente en el resto con la introducción de aceites más saludables», subraya Paradela.
En su sección ‘Bio’ no habrá ni rastro de esta grasa «rica en ácidos grasos saturados, y como tal, poco recomendable para la salud», explica Laura Villadiego, fundadora de Carro de Combate y una de las principales investigadoras de los efectos de este ingrediente.
«El aceite de palma se encuentra en productos procesados, por lo que reducir el consumo de este tipo de productos, que además no son necesarios, es una parte fundamental de la educación», subraya Villadiego. Está en muchos más productos de los que podemos llegar a imaginar: bollería industrial, patatas fritas, frutos secos, galletas y hasta productos cosméticos contienen este aceite, que en el etiquetado a veces pasa desapercibido bajo otros nombres como palmoleina o manteca de palma.
Sea cual sea el nombre, Lidl quiere sustituirlo por otros aceites más saludables. Aunque eso sí, lo reemplazará «de la mano de la industria alimentaria», tal y como indica Paradela. Es más, advierte de que la desaparición de esta grasa podría afectar al sabor de algunos de sus productos.
Aunque de retirarlo de todos los productos propios, de momento nada de nada. La cadena alemana asegura que el aceite de palma que utilizan en el surtido de marca blanca «proviene exclusivamente de explotaciones sostenibles» y asegura que está avalado por «las certificaciones Book & Claim, Mass Balance y Segregated exigidas a los proveedores», tal y como señalan en su web.
Eliminarán los aditivos en sus productos
La cadena alemana tiene un objetivo: ofrecer productos de alta calidad que contribuyan al bienestar y la salud de los clientes. Por ello, además de reducir el azúcar de sus bebidas refrescantes y el aceite de palma en sus productos ecológicos, también rebajará en un 16% el contenido de azúcar en los cereales que lleven la etiqueta de Lidl.
Además, el director de compras ha indicado que la compañía colabora permanentemente con los proveedores para la eliminación progresiva de aditivos en sus productos. Esto quiere decir que todos los artículos de su propio surtido ya están libres de colorantes artificiales y de grasas hidrogenadas.