KPMG prevé un mayor crecimiento de las compras por internet de artículos de segunda mano por la inflación
Una de las consecuencias directas que tendrá la elevada inflación que azota a España es que los particulares, conscientes de su menor poder adquisitivo, van a acudir más al mercado de segunda mano para mantener a raya el control de su economía, para que los gastos no superen unos ingresos cada vez más cercenados por la creciente factura de la luz y, en general, el mayor coste de los servicios.
Así lo espera Enrique Porta, socio responsable de Consumo y Retail de KPMG en España, que constata que el actual escenario inflacionario está incrementando la sensibilidad de los consumidores respecto al precio y su reflexión en el gasto, lo que «podría suponer un impulso adicional para estos modelos de negocio».
Además, abunda, «las disrupciones en la cadena de suministro que sufrimos desde hace algunos meses y que están todavía lejos de normalizarse, y sus efectos en la disponibilidad de algunos productos de nueva fabricación, han podido favorecer coyunturalmente el desarrollo del mercado de segunda mano». La congestión que sufre el puerto de Shanghai por las estrictas cuarentenas impuestas por las autoridades chinas con su política de «Covid cero» volverá a causar en Europa una escasez de productos como la de mediados de 2021 en las próximas fechas, según analistas consultados por OKDIARIO.
Para Porta, el mercado de segunda mano es un negocio en auge. KPMG estima que la venta online de productos de segunda mano en España en 2021 se situó «en el entorno de los 150 millones de euros», es decir, casi el doble del tamaño que tenía antes de la pandemia.
Más allá de que existen tendencias estructurales que están impulsando esta actividad, como la proliferación de canales digitales o el aumento de la oferta de este tipo de soluciones y servicios -incluso entre las marcas más tradicionales y arraigadas-, está el bolsillo de las familias. Según la OCU, la subida media de los productos de alimentación en los últimos meses ha sido de un 10% respecto a hace un año y, de seguir así, se estima que en 2022 cada hogar gastará 500 euros más solo en alimentos básicos.
«La segunda mano se comporta como un reflejo de la sociedad y cualquier situación que afecte al poder adquisitivo de la población genera un gran movimiento de nuestra plataforma», señala Íñigo Vallejo, portavoz de la página web de anuncios clasificados Milanuncios, que agrega que el factor económico es una de las razones por las que se acude a este mercado. «Al final es una manera de sacar un dinero por productos que no necesitas», afirma. Se avecina, pues, una época más dorada, si cabe, para plataformas online de compraventa de productos como Wallapop, Vinted, Milanuncios y otras tantas.
Mercado «ancestral»
En las situaciones extremas -en este caso económica-, el ser humano se aferra a su instinto de supervivencia, a lo innato, a lo que viene haciendo desde la Antigüedad. El mercado de segunda mano tiene un carácter «ancestral», subraya Porta, «y se ha concentrado históricamente en las transacciones entre particulares». Tiene mucho que ver con la práctica del trueque, que vio la luz en las sociedades neolíticas 10.000 años a.C., donde los agricultores y los ganaderos intercambiaban su producción excedente por otros productos como la cerámica, si bien entonces no intermediaba el dinero como representante del valor de la operación.
Estas transacciones han evolucionado, desde los anuncios clasificados de los periódicos al predominio de las plataformas digitales especializadas, que «han incrementado la dimensión del mercado al conectar, de forma sencilla, masiva y escalable, oferta y demanda de diferentes provincias e incluso países, optimizando el proceso y mejorando la experiencia, garantizando la seguridad de la transacción y la logística», explica Porta.
Además, destaca que, ante el aumento de la demanda de productos de segunda mano, cada vez más comercios minoristas se están incorporando de forma activa a este movimiento. Las categorías con más presencia en este tipo de plataformas suelen ser los productos de moda, la electrónica de consumo y el mobiliario, añade.
«El mercado se está desarrollando en todas las gamas de precio y nivel de exclusividad, incluyendo, por supuesto, los artículos de lujo. De hecho, es uno de los segmentos que más crece, especialmente en el caso de las generaciones más jóvenes, que encuentran en estas alternativas de consumo una vía más accesible para poder disfrutar de sus marcas favoritas», indica Porta.
Según confirmó Milanuncios a este diario, desde 2021 se está registrando un crecimiento del mercado de la moda y el lujo de segunda mano. De media, estas marcas vieron un repunte de la demanda del 95,8% el año pasado frente a 2020 y en casos concretos como Dior, Loewe, Hermes o Gucci se triplicó su demanda en la plataforma.
En la aplicación de Milanuncios la moda es la cuarta categoría que más anuncios registró en 2021, con más de 581.000, aunque está por detrás de motor -con más de 1,6 millones de anuncios-, hogar -con más de 1,4 millones- y tecnología -con 840.000-.
En cuanto al perfil de los usuarios de esta plataforma, es muy completo, desde jóvenes que venden productos para sacarse ingresos extras a personas más adultas, que acuden a este canal en busca de productos que no pueden encontrar, ya sea por su elevado precio o por la alta demanda.
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