Podemos exige en su programa el relevo de Goirigolzarri en Bankia «con carácter inmediato»
Goirigolzarri tiene claro que el mandato de gestión debe ser profesional, y se negaría a aceptar imposiciones políticas que convirtieran a Bankia en una suerte de ICO.
Podemos exige en su programa electoral el relevo «con carácter inmediato» de José Ignacio Goirigolzarri, presidente de Bankia. El partido de Pablo Iglesias es muy duro con la actual gestión del banco público y propone que «se elegirá por tres quintos del Congreso una nueva presidencia de Bankia que sí sea capaz de entender el rol que debe desempeñar la banca pública en la mejora del país».
Con estos antecedentes no es de extrañar que Bankia se hundiera en bolsa este martes tras conocerse el principio de acuerdo entre PSOE y Podemos. La sombra de Iglesias lleva tiempo amenazando a la entidad pero ahora irrumpe con más fuerza, cuando a Goirigolzarri le queda solo un año para terminar su plan estratégico 2018-2020.
El programa del futuro vicepresidente del Gobierno exige a Bankia «asegurar que tengan acceso al crédito los elementos más productivos y dinámicos de nuestro sistema —como son las autónomas y los autónomos, las pymes y las empresas de la economía social—, introducir parámetros de justicia en el mercado de las hipotecas y atender las funciones sociales de la banca que otras entidades descuidan, como cajeros en la España vaciada o inversiones en vivienda social».
Además, adjudica al banco público -que actualmente se gestiona con criterios empresariales, aunque sensibilidad social- gestionar un fondo bancario «a través de un canon al sector» que se utilice para asegurar que al menos haya un cajero automático cada 20 kilómetros y que se garantice la inclusión financiera. Bankia sería la encargada de desarrollar estos proyectos.
Sombras sobre Bankia
A pesar de que la situación es todavía embrionaria y no se sabe la configuración final que tendría el Gobierno de coalición, los analistas prevén turbulencias para Bankia en el medio plazo. Fuentes del mercado recuerdan que «cambiar un presidente de un banco no es como cambiar a un presidente del CIS, porque hay mucha vigilancia e incluso para cambiar a un consejero es tremendamente complejo».
Victoria Torres, de Selfbank, considera que «dentro de los bancos, Bankia es el que se encuentra en una situación más particular, debido a la participación del Estado en su capital. El objetivo de ir privatizando la entidad ha sufrido sucesivas demoras derivadas de la situación de mercado, pero con la coalición PSOE-Podemos podríamos ver una nueva vuelta de tuerca. Podemos ha manifestado en numerosas ocasiones que sería importante que existiera una banca pública, por lo que Bankia quedaría en el punto de mira».
Javier Santacruz, analista independiente, cree que el problema para Bankia «no es tanto la gestión como que se la pueda forzar a dar créditos o se aprueben leyes para intervenir sobre ella». Que se le dé un estatus de banca pública y se le obligue a prestar es algo parecido al ICO. «Un estatus jurídico que les permita o les obligue a conceder crédito que iría a mora o fallido dudoso cobro», explica. No obstante, cree que la presencia del Frob en cierto modo sirve de dique de contención para las intenciones de Podemos.
Por otra parte el analista José María Luna considera que «a Podemos lo que le gustaría es darle el dinero directamente a los ciudadanos, sin pasar por los bancos. Pero actualmente el problema no es una ausencia de liquidez sino un problema de credibilidad. Los bancos prestan el dinero si tienen la confianza de que se lo van a devolver». Luna recuerda que los bancos «se deben a sus accionistas». «Si al final la concesión de dinero se hace por criterios políticos el banco lo pagará en el futuro», concluye.