Economía

¡La irracionalidad del complejo de inferioridad!

Hacienda criptomonedas
Criptomonedas.

“Los mercados pueden mantener su irracionalidad más tiempo del que tú puedes mantener tu solvencia”, John Maynard Keynes.

Suelo afirmar con mucho ímpetu que antes que emprendedora soy Trader, ¡soy especuladora! Lo digo con la convicción que merece el hecho de comprender la esencia de mi amada profesión sin los perjuicios de falsa moralidad que suelen contaminar la palabra “especular”. Pero lejos de permitirme intoxicarme por la tribu progre que desentiende el sentido de dicha palabra, concibo la especulación simplemente como el origen de la economía capitalista y al fin y al cabo, la esencia de lo que nos define como seres humanos; la astucia y la inteligencia. Al fin y al cabo el comercio nos enseñó a vivir en sociedad, buscando en las relaciones sociales beneficios mutuos que nos han llevado a evolucionar sin parar, siempre que la bendita libertad ha abanderado a las sociedades.

Sin embargo, la palabra especulación suele mancharse bajo definiciones más cercanas al juego, la codicia y la estafa, que a lo que en realidad define el hecho de especular. Y claro, es lógico que me sienta indignada cuando se mancha el nombre de mi oficio con titulares que explican en parte los excesos provocados por la FED, que no por el mercado. Y es que el dichoso criptocrash ha desatado todas las alarmas debido a numerosos suicidios alrededor del mundo, tras el colapso de algunas criptomonedas como puedan ser Luna y Terra.

¡Esto es muy serio señores! Las consecuencias morales y psicológicas de una burbuja no deberían de concebirse simplemente como un problema social causado por la codicia y provocado al fin y al cabo por las decisiones que cada uno toma. Sino que existe un problema irracional provocado por las conductas intervencionistas de nuestros Bancos Centrales, que han propiciado en cierto modo una gran cantidad de burbujas, que en este preciso momento empiezan a estallar, y avisados estaban.

Las redes sociales, por otro lado, están convirtiendo a sus consumidores en absolutos adictos del “qué dirán” transformando la apariencia de lo que se enseña en algo más real que la propia realidad, y eso amigos convierte a esta sociedad en un grupo gregario de borregos incapaces de pensar de manera crítica, en función de sus propios valores, cada vez más pobres por cierto. Por todo ello, a veces parece más simple tragarse lo que el charlatán de turno pronuncia por instagram, que el consejo de alguien que te quiere, te protege y te conoce. Muchos han vivido hipnotizados por fotos de yates, coches y casas de ensueño, mientras lo único que hacían sus precursores era alimentar su cuenta corriente a base de followers y ridículas recomendaciones.

Y claro, cuando el individuo se convierte en multitud deja de facto su destino en manos de la corriente, vaya esta a favor o en contra. Seamos sensatos, ¿acaso tiene sentido hacerse millonario invirtiendo 1.000€?, ¿alguien se para pensar en cuantificar los porcentajes de tales aberraciones? Al parecer, la descomunal burbuja de las criptomonedas ha sentado una peligrosísima expectativa sobre algunos que desconocen la capacidad del mercado de purgar sus pecados, y si hay algo peor que perder dinero es llegar a sentirse rico sin saber por qué. Nunca olviden que la fórmula de la satisfacción = percepción – expectativas. Y así, es difícil volver a empezar.

Dicho todo lo cual y llegados a este punto, más de alguno debería saber que Goldman Sachs es el banco de inversión más rico del mundo y el que paga mejor a sus vicepresidentes más seniors la friolera como tope de 500.000 USD al año entre el conjunto de bonus y salario, sustancialmente por encima de Morgan Stanley, JP Morgan y Citigroup, según un interesante informe de los headhunter Dartmouth Partners, que deja en evidencia a aquellos que insisten en que hacerse millonarios jugando a las criptos, es una realidad que no una quimera. Así que aquí queridos míos, lo único cierto es que el mercado se ha convertido en una ratonera tremenda, llena de lobos dispuestos a sacar tajada de los excesos ante una avalancha de novatos ilustres que van de divos del parquet y que simplemente han sido ignorantes adictos a una tendencia, que al fin ha terminado.

A todo ello, durante la pasada semana una pregunta se repetía en el seno de la mesa de negociación de Blackbird Bank y es si las caídas que esperábamos y para las que nos habíamos preparado, se han terminado. Como recordarán, les explicaba este otoño pasado que las bolsas tenía mimbres para caer un 35%, especialmente el NASDAQ100, y por ahora es cierto que el 30% de ajuste sería suficiente para sanear cualquier mercado, más viendo las pautas chartistas de vuelta que hemos visto esta pasada semana, acompañadas de un sentimiento inversor pocas veces visto sobre lo negativo en los últimos 40 años y teniendo claro que con el criptocrash y una corrección del 80% del famoso ARK Innovation ETF, podemos dar en gran medida por saneados los excesos de alguna parte del mercado.

Pero sigo pensando que la irracionalidad inmoral de esta burbuja sigue requiriendo más dolor, y aunque no sea algo que por supuesto desee, es necesario y siempre termina por suceder. A pesar de ello, como Trader únicamente me queda comprender la esencia de mi profesión y claro, como les decía, lejos de abanderar mi operativa por el miedo y la codicia, simplemente trataré de buscar exposición beta mercado con ETF, planteando un rebote que nos permita retomar el campo alcista evaluando y comprobando la capacidad que el NASDAQ100 y el DAX40 tengan de volver a cotizar por encima de los 15.000 puntos.

Cualquier complicación técnica me bastará para liquidar el rebote y sé que con ganancias, y retomar decididamente las posiciones cortas de un mercado bajista que a pesar de todo, podría únicamente haber comenzado. Al fin y al cabo Mr. Market puede permanecer más tiempo racional que nosotros solventes, acuérdense de ello y jamás sufrirán por haber perdido absolutamente todo su dinero porque la vida es en un 95% anticipación, donde es siempre el más fuerte quien sobrevive.

Gisela Turazzini, Owner Founder and CEO of Blackbird Bank.

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