El Instituto Coordenadas pide un «plan urgente» para salvar al turismo y a sus 3 millones de trabajadores
La crisis sanitaria provocada por la pandemia del coronavirus y las consecuencias económicas que ya empiezan a notarse, especialmente en forma de Expedientes de Regulación Temporales de Empleo (ERTE), obligan a poner en marcha un «plan urgente» que salve al sector turístico y a las más de tres millones de personas empleadas, así como a las miles de empresas y trabajadores que dependen indirectamente.
Esta es la recomendación principal para el sector que lanza el grupo de análisis creado por el Instituto Coordenadas de Gobernanza y Economía Aplicada para debatir opciones de salida a la crisis del coronavirus, dado que el estado de alarma ha obligado a cerrar prácticamente todos los establecimientos del sector turístico y ha bloqueado, junto al cierre de fronteras, la visita de ciudadanos extranjeros.
«Hay que salvar a los millones de españoles que viven directa e indirectamente del turismo», alerta el equipo de analistas del Instituto Coordenadas. «Necesitamos un plan urgente y específico que analice las característica diferenciadas de esta actividad a todos los niveles y proponga medidas concretas dirigidas de forma certera a limitar el impacto de la crisis y luego a mantener e impulsar la actividad».
Tras recordar que el turismo es «la locomotora de España» y a la vez «el ámbito que mas ha sufrido la pandemia», advierte de que «está en gravísimo riesgo de sufrir un parón casi completo de su actividad si se prolonga esta situación de crisis creada por el coronavirus, lo que tendría consecuencias irreparables y sistémicas para el resto de la vida económica y social de toda España».
Por ello, pide como «imprescindible y urgente la puesta en marcha de una plan de rescate específico de largo alcance para salvar el sector y al resto de la vida económica y social de todo el país, afectado reputacionalmente el país en el ámbito internacional».
Señala que en estos momentos «hay millones de puestos de trabajo en peligro, miles de empresas en riesgo de desaparecer y millones de euros en inversiones que se desvanecerían», por lo que el turismo «debe tener prevalencia sobre cualquier otra actividad dada la enorme repercusión que tiene en el conjunto de la economía» del país.
Relevancia en la economía
El Instituto Coordenadas de Gobernanza y Economía Aplicada recuerda que más de tres millones de empleos están ligados directamente al turismo, según los datos del INE del cuarto trimestre de 2019, y que su impacto global en el PIB nacional es del 15%.
«Si se pierde el turismo no se pierde todo, pero sí casi todo, y el resultado sería catastrófico», avisa el equipo de analistas. «Ya se ha perdido la temporada de primavera, con Semana Santa incluida, muchas festividades regionales y hay grave riesgo de que se pierda la temporada de verano, con lo que las pérdidas del sector superarían los 70.000 millones de euros».
Las repercusiones en otros sectores podrían ser brutales, aunque el Instituto evita dar cifras porque «es difícil calcular el impacto en cadena que se extendería al resto de la vida española». «Eso sí, a nadie se le escapa que sería contundente en términos de empleo y riqueza perdidos».
Su conclusión es que «todos los negocios asociados al turismo van a estar al menos cinco meses sin generar ningún tipo de ingreso», lo que a su vez repercute negativamente en toda la estructura industrial y de servicios que les proveen. Por eso, exige al Gobierno de España «medidas de apoyo financiero en la línea de las ya aprobadas en forma de avales que cubran la financiación que puede aportar el sector bancario privado».
Aunque la ministra de Industria y Turismo, Reyes Maroto, dijo esta semana que ya se está trabajando en un plan para que este sector sea «el primero en reactivarse» tras la pandemia del Covid-19, el Instituto asevera que «es evidente que va a tardar mucho más en recuperar la normalidad y que en algunos aspectos habrá que actuar como si se partiese de cero».
«El sector va a necesitar mucha ayuda institucional. Es la marca de España por excelencia y reclama todo el apoyo institucional posible. Es una actividad singular, con una intensa demanda de capital humano, de bienes y servicios que de forma mas rápida es capaz de producir también para las arcas publicas, en todos sus niveles, vía impuestos», concluye.