La inflación en Alemania se disparó al récord del 10,4% en octubre
El índice de precios al consumo (IPC) de Alemania se situó en el 10,4% en el mes de octubre, lo que supone una aceleración de cuatro décimas respecto al encarecimiento interanual registrado en septiembre, según ha confirmado Destatis, la oficina alemana de estadística. De su lado, la tasa de inflación armonizada, empleada por Eurostat en sus cálculos, se situó en octubre en el 11,6%.
El dato interanual de inflación del 10,4% supone un nuevo máximo histórico para el país desde que hay registros en la Alemania reunificada, después de que la subida de precios del 10% de septiembre ya hubiera sido el mayor encarecimiento de los precios desde 1991. «La tasa de inflación ha alcanzado un máximo histórico desde la reunificación alemana», destacó Georg Thiel, presidente de la Oficina Federal de Estadística, para quien «las enormes subidas de precios de los productos energéticos siguen siendo la razón principal de la alta inflación».
Sin embargo, el representante de Destatis ha alertado de que se observan «cada vez más aumentos de precios también para muchos otros bienes y servicios», destacando el incremento de los alimentos, algo «particularmente notable para los hogares». En este sentido, además del aumento de los precios de los productos energéticos por la guerra y la crisis, los cuellos de botella y los aumentos significativos de precios en las etapas anteriores del proceso económico también están teniendo un impacto en la tasa de inflación, provocando el encarecimiento de otros bienes y servicios, incluidos los alimentos.
Asimismo, en septiembre de 2022 finalizaron dos medidas temporales de alivio implementadas por el Gobierno alemán como el billete de transporte público de 9 euros y el descuento de carburante, lo que ya tuvo un efecto acelerador en los precios el mes pasado, cuando la tasa de inflación saltó al 10%. Por otro lado, Destatis destacó que ya se han implementado las primeras medidas del tercer paquete de ayuda gubernamental, incluyendo la reducción del impuesto sobre el suministro de gas natural y la calefacción urbana, que ha bajado al 7% desde el 19% en octubre y tuvo un efecto a la baja en el aumento de los precios de los productos energéticos.
Inflación subyacente
En octubre, los precios de los productos energéticos aumentaron un 43% interanual, moderándose apenas nueve décimas respecto de la subida observada en septiembre, a pesar de las medidas de alivio introducidas. En concreto, el coste del gas natural se duplicó con creces (+109,8%) y los precios de la calefacción urbana aumentaron un +35,6%, ya que la bajada del impuesto sobre el volumen de ventas del gas natural y la calefacción urbana del 19% al 7% «quedó más que compensada por los aumentos en los precios del gas natural y la calefacción y solo pudo amortiguar estos incrementos».
De su lado, los alimentos se encarecieron en octubre un 20,3% respecto al mismo mes del año anterior, lo que significa que este aumento de precios fue casi el doble de la tasa de inflación general y se aceleró respecto a la subida del 18,7% en septiembre. De este modo, al excluir del cálculo los precios de la energía, la tasa de inflación se situó en el 6,5% en octubre, mientras que al dejar fuera también el impacto de los precios de los alimentos, la tasa de inflación subyacente se limitó al 5%, menos de la mitad del índice general.