Así pagaremos el impuestazo a banca y energéticas: más comisiones, tipos más altos y luz más cara
Pedro Sánchez presentó este martes los nuevos impuestos a las empresas energéticas y a la banca como un castigo a «los ricos» (las grandes corporaciones) para favorecer a las «clases medias trabajadoras». Pero la realidad es que estos nuevos tributos los acabará pagando el ciudadano, como ha ocurrido siempre con todos los impuestos sectoriales. En este caso, lo sufrirán en forma de más comisiones bancarias, créditos con tipos más altos y una electricidad y unos combustibles todavía más caros pese a que ya están en niveles récord.
Diferentes fuentes dan por hecho que la banca repercutirá esta nueva tasa a los clientes por varias vías. La más fácil es una nueva subida de comisiones, que han sido su principal fuente de ingresos durante los casi seis años en que los tipos de interés han estado en negativo. «Nos podemos olvidar de las cuentas sin comisiones por mucha vinculación que tenga el cliente», señala una de las fuentes.
Otras van incluso más allá y consideran que es posible que cobren por los depósitos, es decir, por tener el dinero guardado en el banco. Esta medida se puso en marcha en la citada época de tipos negativos pero sólo para los grandes depósitos de las empresas, no para las personas físicas: el sector no se atrevió por el problema de imagen que le provocaría. Sin embargo, «si ahora el nuevo impuesto tiene un impacto muy fuerte en las cuentas de resultados, no se puede descartar que las entidades se vean obligadas a imponer un coste a los depósitos».
Por el lado del crédito, la traslación del impuestazo serán unos tipos de interés más altos en plena escalada del Euribor. El propio BBVA hizo un estudio en 2018 que encontraba que este tipo de medidas se traducen en crédito más caro, menor solvencia del sector y menor crecimiento del PIB: «Un aumento de los impuestos que pretenda aumentar ex-ante la recaudación un 0,1 por ciento del PIB da lugar a una disminución a largo plazo del 0,09 por ciento del PIB, a un aumento de 10 puntos básicos de los tipos de interés de los créditos, y a una reducción del volumen de crédito, depósitos y capital bancario».
No obstante, aquí el sector tiene que buscar un difícil equilibrio, porque una subida excesiva de los tipos se traduciría en una menor demanda de crédito y necesita prestar más para hacer crecer su beneficio y su rentabilidad. Como ha informado OKDIARIO, la banca está apremiando a las empresas a que pidan créditos ya antes de que suban más los tipos, a pesar de los llamamientos a la prudencia por parte del BCE y del Banco de España.
La luz y la gasolina también subirán
En el caso de las energéticas, también habrá una traslación del nuevo tributo al ciudadano. En el caso de la luz, las eléctricas incluirán este coste en el precio al que pujan en la subasta diaria, como hacían con el impuesto a la generación eléctrica antes de que el Gobierno lo suspendiera ante la escalada de la electricidad. Es decir, esta tasa se trasladará al PVPC (precio de venta al pequeño consumidor) al que está ligado el recibo de la luz de los clientes del mercado regulado.
En cuanto a los que están en el mercado libre, la nueva tasa supondrá una subida de las ofertas que hacen las compañías a los clientes, con lo que también pagarán la luz más cara.
Finalmente, como explica hoy OKDIARIO, el impuestazo se traducirá también en una nueva subida de los carburantes en las gasolineras, ya que se incluirá en los costes que deben asumir los productores y distribuidores a la hora de fijar el precio. Es más, lo anticiparán ya en 2022 para aprovisionarse para hacer frente al impacto de la nueva medida.