La huelga de taxis en toda España contra la competencia de Uber y Cabify toma el centro de Madrid
Cientos de taxistas procedentes de toda España han secundado la huelga de los taxis para esta jornada. Un paro de 24 horas convocado por las asociaciones del colectivo para protestar contra la actividad de los Vehículos de Alquiler con Conductor (VTC) que intermedian Cabify o Uber.
Miles de banderas autonómicas dan de fe de la llegada de taxistas de todos los puntos del país. Una marcha que está prevista que llegue desde Atocha hasta Neptuno, con el fin de que también les escuchen en el Congreso de los Diputados, este miércoles en sesión de control al Gobierno.
Petardos, latas con humos de colores, latas encendidas, cohetes y ruido de silbatos son la banda sonora de esta huelga de taxistas. Aunque también se ha escuchado música para animar a los taxistas congregados en las calles de Madrid. Se han oído canciones de El Barrio y, la más curiosa de todas las que han sonado, ‘Apatrullando la ciudad’ de El Fary. El taxista más famoso de España, cantante e incluso actor que despierta simpatías en el sector.
Cientos de taxistas que protestan contra las compañías internacionales de Uber y Cabify, dos sociedades que consideran el enemigo del sector porque pone en peligro la supervivencia del sector. Coger un taxi este miércoles es ‘misión imposible’, las asociaciones del taxi están dispuestas a bloquear la capital madrileña y Ciudad Condal con tal de ser escuchados.
“No al control del taxi por la multinacionales”, rezan algunas de las pancartas que se han podido ver. La legislación vigente contempla que por cada 30 licencias de taxi pueda coexistir 1 de VTC.
Sin embargo, los taxistas insisten en que ese ratio se ha vulnerado. Incluso, tras la reciente sentencia del Tribunal Supremo que permitirá 80 nuevas concesiones de licencias VTC, creen que en los próximos meses podrían circular 10.000 coches más con pegatina VTC y «poner aún más en peligro» el marco legal.
Los taxistas claman a las administraciones por un mayor control sobre esta actividad competidora. Se quejan de sus precios más bajos que rompen el mercado, de eludir las obligaciones fiscales, de una falta de seguridad, de intrusismo y de prácticas ilegales en la recogida de viajeros, entre otras cuestiones.