La hucha de las pensiones ya solo permitirá pagar las nóminas de los jubilados una semana
La inquietud que hay sobre el futuro de la Seguridad Social es grande. A largo plazo, como consecuencia del envejecimiento de la población y, a corto, por el aumento del gasto en pensiones, que sigue sumando récord tras récord cada mes. La hucha de las pensiones, el mecanismo que inventó José María Aznar para garantizar los pagos cuando hubiera problemas de liquidez, está ‘tiritando’.
Hay dos datos inquietantes. El gasto en pensiones contributivas alcanzó la cifra récord de 9.735,5 millones de euros en noviembre, un 4,8% más que en el mismo mes de 2018. Y en la hucha de las pensiones ya solo quedarán 2.150 millones de euros al final de ejercicio. El problema es que si se combinan las dos cifras y se ponen en contexto la inquietud crece.
La hucha de las pensiones, técnicamente el «Fondo de Reserva de la Seguridad Social», ya sólo sirve para pagar una semana de las jubilaciones si se tiene en cuenta que durante este mes, sólo para hacer frente a las pensiones contributivas, se necesitan 324,5 millones de euros de media al día para hacer frente a las nóminas que han adquirido su derecho a la jubilación.
El Gobierno ha vendido como un éxito que finalmente no tendrá que sacar 2.150 millones frente a los 3.598,20 millones de euros que preveía sacar inicialmente del Fondo de Reserva, el máximo del 3 % del que puede disponerse por Ley, para hacer frente en diciembre al pago de la extra de Navidad. El problema es que, en realidad, el Ejecutivo ya lleva tiempo recurriendo a realizar un trasvase de fondos desde las cuentas del Estado a la Seguridad Social, por lo que aunque los ingresos en cotizaciones crecen un 8,35 y las pensiones a un ritmo del 5%, las cuentas siguen sin cuadrar.
Para medir la sostenibilidad del sistema de pensiones, según los expertos, un indicador que se debe analizar es que al menos las cotizaciones sociales sirvan para pagar las pensiones (sin incluir los subsidios y otras prestaciones). Por ahora, sí que es posible aunque no hay demasiado margen para que las cotizaciones ayuden a pagar el resto de gastos que tiene este pilar del Estado del Bienestar. Hasta noviembre los ingresos netos por cotizaciones ascienden a 102.110,45 millones de euros y las jubilaciones contributivas han costado 100.578,79 millones.
Por ahora la economía está creciendo en torno al 2% y los ingresos siguen en positivo, por lo que el problema será mayor cuando la economía se enfrente a una crisis o una desaceleración que ya empiece a frenar el empleo y la actividad de las empresas, que son los que sostienen las cuentas de la Seguridad Social.
Lo que si está claro es que las cuentas ya no cuadran: el déficit de la Seguridad Social aumentó a 6.231,69 millones de euros hasta octubre, el 17,9 % más respecto a los 5.282,26 millones acumulados en el mismo periodo de 2018. Y el gasto récord en pensiones de noviembre evidencia que la tendencia continuará hasta final de año.