Hong Kong agita el avispero de las bolsas
Hong Kong Exchanges and Clearing (HKEX), el operador de la Bolsa de Hong Kong, ha lanzado este miércoles una oferta por el London Stock Exchange Group, el operador de la Bolsa de Londres (LSEG), valorada en 33.000 millones de euros. Este movimiento ha sido toda una sorpresa para los inversores a pesar de que el mercado no descarta una fase de concentración entre las bolsas europeas y mundiales.
El acuerdo estaba sujeto a la condición de que LSEG renunciara a la compra de Refinitiv, empresa responsable de terminales de información financiera propiedad de Thomson Reuters y Blackstone, por 27.000 millones de dólares. Sin embargo, el Consejo de Administración de LSEG ha comunicado que estudiarían si la operación crearía valor para los accionistas a pesar de que han manifestado que se encuentran centrados en la operación de compra de Refinitiv, que ya está en marcha, aunque no se encuentra cerrada.
Felipe López, analista de Selfbank, destaca que «a pesar de que la propuesta de la Bolsa de Hong Kong ha sido toda una sorpresa, no se descartaba una fase de concentración entre las bolsas europeas y mundiales, ante el descenso generalizado en el volumen de negociación y la necesidad de integración que requieren los nuevos retos del sector». «De hecho, LSE se ha revalorizado más de un 75% en lo que llevamos de año, mientras que el Euronext francés se revaloriza un 37% y el Deustche Boerse alemán un 30%, buenas cifras a pesar del descenso de volumen en las bolsas, por lo que no descartamos más operaciones en el corto plazo», remarca.
Buscando ser rentables
El precio propuesto por la Bolsa de Hong Kong suponía una prima del 22,9% con respecto a las 68,04 libras en las que cerraron las acciones de LSEG el martes, así como un 47,4% de la cotización registrada el pasado 26 de julio, cuando se informó por primera vez de la compra de Refinitiv. Por su parte, el consejero delegado de HKEX, Charles Li, ha asegurado que la unión de ambos operadores «redefinirá los mercados de capitales globales durante las próximas décadas».
«Todo fluye hacia una concentración de las bolsas que deje pocos jugadores en el mercado, con el objetivo de alcanzar el tamaño necesario para ser rentables. Sin embargo, el carácter nacional y político de que un operador extranjero controle la compra-venta de valores de un país retrasa esta fase de concentración, ejemplo que vimos en su máximo esplendor cuando la Comisión Europea vetó la fusión de LSE y la Deutsche Boerse atrás en 2017. Habrá que estar atento a cuales son los próximos movimientos de los jugadores de este mercado, pero todo indica que tendremos novedades», ha remarcado López.