¿Hasta cuándo podrá José Elías seguir comprando Lamborghinis? Axesor empeora la perspectiva de Audax

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Joan Laporta y José Elías. (Foto: redes sociales)

Unos 200.000 euros le costó a José Elías su último Lamborghini. «Lo voy cambiando, yo nunca me compro un Lamborghini nuevo. Voy al kilómetro cero del Lamborghini», confesó el presidente y propietario de la empresa de renovables Audax en una reciente entrevista, en la que repasó sus humildes orígenes y sus gustos más lujosos.

Elías posee el 77,1% del capital de Audax, una participación valorada en la actualidad en unos 423 millones de euros. En noviembre de 2021 entró por vez primera en el listado de los 100 españoles más ricos que elabora Forbes España.

Pero, ¿hasta cuándo podrá el empresario de Badalona, outsider del establishment empresarial patrio, seguir comprando Lamborghinis, helicópteros y mansiones?  Todo dependerá de la capacidad de Audax para mantener sus compromisos con proveedores, inversores y financiadores, en un sector como el de las renovables, sometido a vaivenes regulatorios, y en un contexto incierto por la invasión de Ucrania y la elevada inflación.

El jueves la compañía informó a la Comisión Nacional del Mercado de Valores que la agencia de calificación Ethifinance Ratings, de Axesor, había ratificado la nota dada a la deuda de la compañía, ‘BBB-‘, un anuncio que impulsó con fuerza el valor de sus acciones en Bolsa.

Audax ‘olvidó’ incorporar en su comunicado al regulador del mercado español del jueves la tendencia con la que la agencia había dejado la calificación de su nivel de deuda.

La agencia de calificación, en su informe, consultado por OKDIARIO, dice: «ErthiFinance Ratings afirma la calificación de Grupo Audax en BBB-, cambiando la tendencia de Estable a Observación».

A Elías se le olvidó el jueves añadir la coletilla de la tendencia, que en este caso supone que Audax podría perder la calificación obtenida. Un despiste que no tuvo en abril de 2021, cuando la compañía informó a la CNMV sobre el rating otorgado por la misma agencia, de esta forma: «La agencia de calificación Axesor ha ratificado el rating de Audax Renovables en BBB- con tendencia estable».

«La información que se ha remitido al regulador es la que aplica directamente a la calificación que la propia agencia emite en un documento público y abierto», explicó Audax el jueves por la tarde a este periódico. «De hecho, puede ser consultado desde la semana pasada; en su informe indica que hasta la fecha se decide por mantener el rating en Investment Grade BBB-; esa es la nota crediticia actual de Audax y la información relevante que se facilita por parte de la compañía», añadió.

Fortalezas y debilidades

La pérdida de la calificación BBB- tampoco sería ninguna tragedia. Queda lejos todavía de las notas de calificación que colocarían a Audax en posición de valor especulativo.

En su informe, Axesor enumera las fortalezas de la compañía controlada por José Elías. «Una positiva situación de liquidez en base a la amplia posición de tesorería (…) suficiente para cubrir las exigencias de deuda»; «una adecuada capacidad para atender sus requerimientos de pago»; o una vocación internacional  y diversificación de clientes que «dotan al grupo de mayor resiliencia ante escenarios desfavorables».

Pero el informe de la agencia de calificación también lanza algunas advertencias. «El deterioro a nivel de márgenes por las condiciones sectoriales adversas y un endeudamiento elevado, tanto a cierre 2021 como estimado para próximos ejercicios, en base al desarrollo del portfolio de generación, marcan la situación financiera del grupo», dice.

Axesor mantiene la calificación de la deuda de Audax en observación «a expensas» de que la compañía culmine «las operaciones de desinversión planteadas así como cierre la firma de los contratos con el market access para el segmento de comercialización en Iberia, Italia y Holanda». También la calificación se mantiene supeditada «al adecuado desarrollo futuro de las inversiones en los parques de generación fotovoltaica».

Esas operaciones, señala Axesor, que se encuentran en negociación,  «podrían deteriorar la calificación de la compañía en caso de no producirse o de producirse en términos o tiempos diferentes a los planteados».

El informe subraya que Audax opera «bajo una estructura de financiación marcada por la relevante cuantía de endeudamiento y una autonomía financiera limitada». A pesar de que la empresa ha mejorado el patrimonio neto, sigue estando «en unos niveles de solvencia que se consideran ajustados», aunque estos se vean mitigados «por el potencial apoyo del accionista mayoritario [José Elías]».

La evolución de los precios de la energía, la invasión de Ucrania, la política energética europea, o la capacidad de Audax para cumplir con sus obligaciones financieras y compromisos corporativos, marcarán la posibilidad de que José Elías siga comprando en el futuro automóviles de la casa Lamborghini. O que tenga que pasarse a Cabify.

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