El Gobierno en manos de los bancos para asaltar Telefónica
El asalto del Gobierno a Telefónica cada vez se complica más. Si ya era difícil cuando se planteó por el impacto que tendría en el déficit público, ahora que no va a haber Presupuestos Generales del Estado en los que incluir los 2.000 millones del ala que cuesta la compra del 10%, mucho más. Si Pedro Sánchez quiere seguir adelante como le exige Yolanda Díaz, no le va a quedar más remedio que ponerse en manos de los malvados bancos para que le presten el dinero a la SEPI.
La cosa ya iba muy lenta de por sí. Como adelantó OKDIARIO, a finales de febrero ni siquiera había contactado con bancos de inversión para plantearles las condiciones del supuesto concurso para elegir el intermediario que ejecutará la compra. Pero ahora, la renuncia a aprobar los Presupuestos por culpa de las elecciones catalanas complica muchísimo la operación. Hasta el punto de que en el mercado la opinión mayoritaria es que no se va a hacer. Eso que nos ahorraríamos. Y permitiría respirar a Pallete, que sólo tendría que lidiar con un accionista no deseado, STC.
Veamos. El Gobierno pensaba incluir la transferencia de esos 2.000 millones a la SEPI en los Presupuestos. Al no contar con ellos, prácticamente no tiene margen para hacerlo con los de 2023 prorrogados. Fuentes expertas en materia presupuestaria explican que legalmente no puede tirar del Fondo de Contingencia (que supone el 2% del Presupuesto) porque está para contingencias, como su nombre indica (catástrofes, incendios, sequías, accidentes, etc.), «no para vicios».
No hay remanente
Existe una posibilidad que es sacarlo de otra partida, pero no hay ninguna en la que pueda caber el concepto «comprar el 10% de Telefónica» ni tampoco que tenga un remanente suficiente de recursos disponibles. Eso casi da risa, habida cuenta de la fruición con que este Gobierno se gasta el dinero del contribuyente. Por tanto, también es impensable suprimir una partida de ese importe para destinar los fondos a esta operación.
No obstante, las fuentes consultadas advierten de que «con los socialistas, cualquier cosa es posible, aunque vaya contra la ley». Es decir, no se puede descartar que se saquen un conejo de la chistera. Si lo han hecho con la amnistía y tiene toda la pinta de que lo van a hacer con el cupo catalán (para rendir pleitesía a Puigdemont), por qué no iban a hacerlo con Telefónica. Podrían aprobar un Real Decreto-ley, saltándose a la torera el requisito de urgencia, o incluso hay quien habla de tirar de fondos europeos pese a que provocaría un enfrentamiento con la Comisión.
Por tanto, salvo que se inventen algo de ese tipo, no pueden acometer la compra con dinero del Presupuesto. ¿Qué opciones tienen? Pues, como contó este medio tras el anuncio de la operación, sólo les queda endeudar a la SEPI. Una opción también muy complicada pero que, en las circunstancias actuales, queda como la única viable.
Crédito o bonos
Eso se puede hacer de dos maneras. Una es que la SEPI pida un crédito sindicado a los principales bancos con la garantía de las acciones de Telefónica, porque el holding público no cuenta con garantía explícita del Estado, está en pérdidas y ya tiene 3.000 millones de deuda. Eso supone un elevado riesgo para las entidades porque, si las acciones bajan de precio en el futuro, ellos pierden dinero. Y tendrían que pedirle a la SEPI que ponga dinero para cubrir el agujero, lo que se conoce como margin calls (como la película).
Además, habría que ver qué tipo de interés se le aplica. En ambas cosas -garantías e intereses- los bancos podrían vengarse del Gobierno por el impuestazo y los ataques constantes al sector. Pero la realidad es que no tienen la más mínima gana de participar en esta operación. Ya les dijimos que el Gobierno les había invitado a comprar acciones junto con la SEPI y ellos declinaron amablemente la invitación. Financiar no es lo mismo que comprar (sobre todo en términos de consumo de capital), pero no quieren ser cómplices de este ataque al libre mercado.
Otra opción es hacer una emisión de bonos en el mercado de capitales. Pero también requeriría la participación de la gran banca, como mínimo como colocador de los títulos y, con toda probabilidad, como comprador de los mismos. Hay que recordar que las entidades españolas son las que compran el grueso de las constantes emisiones de deuda pública que tiene que hacer el Tesoro para financiar el despilfarro de Sánchez.
Por cierto, sea con crédito o sea con bonos, esta financiación incrementaría la deuda pública española -aunque no el déficit- en un momento en que la UE nos exige reducirla de una vez tras los años de vino y rosas en que Ursula se lo permitía todo a Pedro.
Existen algunas fórmulas alternativas, como ejecutar la operación mediante derivados o aparcar las acciones en un banco. Pero al final es lo mismo: la SEPI tiene que ejecutar el derivado o recuperar las acciones pagando, incrementa la deuda… y el Gobierno sigue dependiendo de los bancos.
Díaz y Escrivá
Y nos queda la vertiente política. Este asalto es idea de Yolanda Díaz, pero sus relaciones con Sánchez están muy deterioradas. En otra exclusiva de esta semana de OKDIARIO, les hemos contado que el presidente se ha reunido en secreto con varios gerifaltes del Ibex para limar asperezas y les ha reconocido que «es un calvario» tratar con la vicepresidenta. Por tanto, no sería de extrañar que Sánchez deje morir por inanición el asalto a Telefónica ante las enormes dificultades que les hemos relatado.
Si eso ocurre, otro damnificado sería José Luis Escrivá, que tiene el sueño de elevar el estatus de su ministerio maría con el traspaso de ese 10% de Telefónica (y el 25% de Indra) a la ‘SEPI digital’ que se ha sacado de la manda.