Giorgio Armani reorganiza la compañía para garantizar su supervivencia tras su retirada

Giorgio Armani
Giorgio Armani en uno de sus desfiles (Foto: Getty)
María Villardón

Giorgio Armani reducirá de siete a tres las marcas a la venta y reestructurará su red de tiendas. Un anuncio que ha hecho la marca de lujo italiana tras conocer que las ventas del grupo cayeron un 5% en 2016. Un gesto de reorganización empresarial que, según los expertos en moda, podría ser la antesala de la retirada del diseñador y la garantía de un buen funcionamiento a largo plazo para los próximos en tomar las riendas de la textil de lujo.

El imperio no suprimirá las marcas, las absorberá a través de su propia estructura. Se quedará solo con Giorgio Armani, Midmarket Emporio Armani y Armani Exchange. La Alta Costura y Armani Casa será absorbida por la primera marca y Armani Collezioni y Armani Jeans por la segunda.

A Inmaculada Urrea, experta en ‘branding’ de moda y consultora de Sofoco Media, no “le extraña” la reducción de marcas porque “estaba demasiado diversificada y eso, mantenerlo para una marca es complicado”. Además, añade, “las grandes marcas maduras como Armani deben reenfocarse y más vale ser fuerte en puntos contados que en mil puntos”.

El propio Armani, de 83 años de edad, ha declarado que “2016 ha resultado ser un año complicado para industria de la moda y el lujo”. Los ingresos de la marca cayeron debido a las preocupaciones macroeconómicas y geopolíticas, así como a un “cambio general en las conductas y actitudes de compra”, según el empresario.

“La moda de Armani”, explica la experta en marcas de moda a OKDIARIO, “siempre ha sido muy estable, pero tener muchas marcas cuando siempre vendes lo mismo no tiene sentido”. No duda en afirmar que “las estrategias deben cambiar, no puedes funcionar de manera eterna porque los tiempos cambian”.

Urrea cree que Armani “está reestructurándose para afrontar mejor el futuro y dejando las cosas en orden para cuando llegue el momento de la retirada”.

Analistas y expertos en el mundo del lujo han criticado durante años la estrategia de Armani de vender a través de varias líneas diferentes y aducen que estaban diluyendo el atractivo de la compañía como marca de lujo. Los competidores directos, como el holding LVMH o Kering, han apostado fuerte por los productos más caros y han dejado de lado el ‘premium’. Armani alegó, además, que la compañía sigue en «la senda de la consolidación y racionalización del grupo, operando con la vista puesta en el largo plazo”.

La compañía italiana estuvo muy favorecida por el auge del comercio electrónico en China, pero sí que se durmió en los laureles a la hora de lanzarse a la comunicación digital y la fuerza de las redes sociales. De hecho, hasta septiembre de 2016 Giorgio Armani, Emporio Armani y Armani Exchange tenía cuentas distintas en Facebook, Instagram y Twitter.

Como diríamos en lenguaje llano, el diseñador y empresario italiano está poniendo la casa a punto para las visitas. Como persona mortal que es, Armani tendrá que dejar la compañía en manos de un sucesor o sucesores para cuando llegue el momento de su retirada. Aunque los expertos prevén que es posible que esté con las botas puestas hasta el final de sus días. “No da puntada sin hilo, creo que es un movimiento interesante”, concluye Urrea al otro lado del teléfono.

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